¿Puede retrasarse o incluso invertirse el proceso de envejecimiento? Una investigación dirigida por el profesor Jun-Ichi Hayashi, de la Universidad de Tsukuba en Japón, ha mostrado, que, al menos en ciertas líneas de células humanas, sí es posible. Él y sus colaboradores han encontrado asimismo que la regulación de dos genes implicados en la producción de glicina, el aminoácido más pequeño y simple, es en parte responsable de algunas de las características del envejecimiento.
La investigación se centró en la función de las mitocondrias en líneas celulares de fibroblastos humanos, procedentes de personas jóvenes (de edades comprendidas entre las de un feto y 12 años) y personas mayores (entre 80 y 97 años).
Los investigadores buscaron genes que pudieran ser controlados epigenéticamente, resultando en los defectos mitocondriales asociados con la edad. Se encontraron dos genes que regulan la producción de glicina en mitocondrias, CGAT y SHMT2. Los científicos mostraron que cambiando la regulación de estos genes, podían inducir defectos, o bien restaurar la función mitocondrial en las líneas celulares de fibroblastos.
En un hallazgo fascinante, la adición de glicina durante 10 días al medio de cultivo de una línea celular de fibroblastos de 97 años de edad restauró su función respiratoria. Esto sugiere que el tratamiento con glicina puede invertir los defectos de respiración asociados con la edad en los fibroblastos humanos más viejos.
Estos descubrimientos revelan que, en contra de una teoría mitocondrial del envejecimiento muy aceptada, la regulación epigenética controla los defectos de respiración asociados con la edad en líneas celulares de fibroblastos humanos. ¿Puede la regulación epigenética controlar también el envejecimiento en humanos? Esa teoría aún debe ser probada, y si fuera así, ello podría desembocar en la elaboración de suplementos de glicina que dieran a nuestra población anciana una calidad de vida mucho mayor.
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