sábado, 21 de febrero de 2015

Fármacos para todos

Tras meses de protestas y con varias citas electorales en el futuro inmediato, el Ministerio de Sanidad quiso zanjar este viernes la enorme polémica surgida en torno a los nuevos fármacos contra la hepatitis C. Para ello, se reunió con asociaciones de pacientes, sociedades científicas y consejos profesionales y les presentó un borrador del anunciado plan estratégico para el abordaje de la enfermedad que, a diferencia de decisiones previas, sí abre la puerta a que "todas las personas que lo requieran tengan acceso" a estos medicamentos de última generación, tal y como explicó Jaume Bosch, presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH).Según el hepatólogo, uno de los expertos que se entrevistaron con Rubén Moreno, secretario general de Sanidad, y Agustín Rivero, director general de Farmacia, el documento presentado "incorpora todos los criterios médicos que se habían reclamado en los últimos meses". Así, se compromete a que todos los pacientes que tengan entre un grado dos y cuatro de daño hepático (de fibrosis no avanzadas a una cirrosis grave) puedan recibir "sin ningún tipo de restricciones" las distintas combinaciones de fármacos innovadores -y muy caros- que han demostrado altísimas cifras de curación. En 2014, la Agencia Europea del Medicamento aprobó la incorporción al arsenal terapéutico de sofosvubir, simeprevir y daclatasvir, aunque está previsto que en los próximos meses lleguen al mercado nuevas armas contra el virus."Sanidad ha rectificado y la nueva propuesta es ejemplar", subrayó Bosch, haciendo referencia a que la nueva guía renuncia a las recomendaciones presentadas el pasado mes de noviembre que organizaciones como la que él preside tacharon de "obsoletas y restrictivas".También se mostró satisfecho con el borrador José Luis Poveda, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, que alabó especialmente que se haya seguido "la máxima evidencia científica" y los pacientes "puedan beneficiarse de las nuevas líneas terapéuticas". Con todo, el experto remarcó que hay que hacer una traslación del papel a la realidad y "lo importante es cómo se lleva a cabo el plan".El nuevo titular de la cartera de Sanidad, Alfonso Alonso, se limitó a afirmar en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que que el nuevo plan "amplía significativamente" el número de pacientes que podrá beneficiarse de las terapias.Por su parte, en un encuentro con la prensa tras la reunión mantenida con responsables de Sanidad, Mario Cortés, presidente de la Plataforma de Afectados por la Hepatitis C (PLAFHC), se mostró asimismo "satisfecho con el compromiso" y adelantó que de las 200.000 personas que estimó que están diagnosticadas en España -otras 700.000 podrían tener el virus sin saberlo-, aproximadamente la mitad, unas 100.000, podrían beneficiarse de las terapias. Según sus datos, el 17% de los pacientes están en un grado 2; el 15% en un grado 3 y el 22% en un grado 4, si bien Sanidad remarcó en un comunicado que en las reuniones no se había manejado "ninguna estimación numérica en términos absolutos".Tampoco concretó el Ministerio cuáles son los plazos de puesta en marcha de plan ni de qué forma se va a establecer la financiación de estos tratamientos -la dosis combinada ronda los 50.000 euros por paciente- , un punto que criticó la secretaria de Sanidad del PSOE, María José Sánchez Rubio, quien advirtió de que el plan no podrá funcionar si no se garantiza una financiación suficiente a través de una partida presupuestaria específica, informa Efe.«Rubén Moreno nos ha asegurado que se va a poner dinero encima de la mesa», señaló Cortés, quien recordó que la luz verde definitiva al plan depende de su aprobación por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y, en última instancia, de las decisiones que tome cada Comunidad Autónoma.En ese sentido, Cortés aseguró que la plataforma de afectados "va a seguir muy vigilante" para que los compromisos se cumplan "y se garantice la equidad" en todo el territorio nacional. Además, añadió, también se asegurarán de que, tal y como se ha prometido, desaparezcan los comités evaluadores autonómicos y los fármacos estén disponibles con la simple indicación del hepatólogo.Aunque Cortés señaló que el plan también contempla el tratamiento a pacientes en estadíos 0 y 1 "cuando haya indicación de los especialistas", hepatólogos consultados por EL MUNDO aseguraron que esa administración sólo se contempla en casos muy excepcionales, "como a la hora de evitar una transmisión vertical concreta de madre a hijo". El plazo entre que un especialista prescribe una de las nuevas terapias y el paciente la recibe no debe superar las tres semanas, recordaron los citados expertos.
Pese a la satisfacción que ha generado la presentación del borrador del plan entre los afectados, las movilizaciones no se han desconvocado. En los próximos días, adelantó Cortés, la asociación decidirá "en asamblea" entre otras cosas si continúa con el encierro que, como medida de protesta, mantiene desde el pasado mes de diciembre en el Hospital 12 de Octubre de Madrid.

Un casquete de hielo ártico adelgaza y se desliza con rapidez hacia el mar

El análisis de unas imágenes satelitales ha revelado que un remoto casquete de hielo ártico ha adelgazado más de 50 metros desde 2012, aproximadamente una sexta parte de su grosor original, y que está ahora deslizándose 25 veces más rápido.
El equipo de Mal McMillan, de la Universidad de Leeds en el Reino Unido, combinó observaciones de ocho misiones satelitales, incluyendo el Sentinel-1A y el CryoSat, con resultados de modelos climáticos regionales, para profundizar en la historia del declive del hielo ártico.
Lo hallado muestra que a lo largo de las dos últimas décadas, ha aumentado notablemente la pérdida de hielo en la región sudeste de Austfonna, ubicada en el Archipiélago de Svalbard. En este tiempo, el flujo del hielo se ha acelerado hasta velocidades de varios kilómetros por año, y el adelgazamiento del hielo se ha extendido hasta más de 50 kilómetros tierra adentro.
Los resultados proporcionan un claro ejemplo de lo rápido que los casquetes de hielo pueden cambiar, y destacan los retos asociados a realizar proyecciones sobre su futura contribución al aumento del nivel del mar, tal como argumenta McMillan.
El deshielo de los casquetes de hielo y los glaciares es responsable de aproximadamente un tercio del aumento reciente del nivel global del mar. Aunque los científicos predicen que continuarán perdiendo hielo en el futuro, determinar la cantidad exacta es difícil, debido tanto a la falta de observaciones como a la compleja naturaleza de su interacción con el clima que los envuelve.
Hay evidencias de que la temperatura de las aguas oceánicas circundantes ha aumentado en años recientes, lo que puede haber sido el desencadenante inicial del adelgazamiento en ese casquete de hielo.

Controlar genes mediante la luz


Unos investigadores han ideado un método para activar genes en cualquier punto o patrón específicos en una placa de Petri con la mera acción de un interruptor en forma de luz. Lo han conseguido combinando un sistema defensivo de una bacteria con el mecanismo de respuesta a la luz solar de una flor.
Con la capacidad de utilizar luz para activar genes en posiciones específicas, los investigadores pueden estudiar mejor sus funciones, crear sistemas complejos para hacer crecer tejidos vivos, y quizá hacer realidad algún día tecnologías, hasta ahora mostradas solo en la ciencia-ficción, para curar con rapidez heridas y lesiones.
Este interesante trabajo es obra del equipo de Charles Gersbach y Lauren Polstein, de la Universidad Duke, en Durham, Carolina del Norte, Estados Unidos.
Esta tecnología debería permitirle a un científico elegir cualquier gen en cualquier cromosoma y activarlo o desactivarlo con luz, lo cual tiene el potencial de ampliar de manera espectacular lo que se puede hacer con la ingeniería genética, tal como subraya Polstein. La ventaja de hacer esto con luz es que permite controlar rápida y fácilmente cuándo se activa o se desactiva el gen, y el nivel al que se activa, variando la intensidad de la luz. También permite a los investigadores concentrarse justo dónde se activa el gen, al iluminarlo de forma muy selectiva, por ejemplo, haciendo pasar la luz a través de una plantilla o máscara.
Muchas son las posibles aplicaciones futuras de esta nueva tecnología, si su eficiencia y su seguridad se confirman más allá de toda duda, en investigaciones adicionales. Los investigadores podrían controlar de forma precisa y muy selectiva el nivel de actividad de un gen a partir de conocer su posición natural en el ADN cromosómico, lo que les permitiría a su vez conocer mucho mejor el papel o papeles del gen. El sistema fotónico podría también proporcionarles a los científicos más control sobre cómo las células madre en cultivos celulares se diferencian en varios tipos de tejidos. Y, al crear diferentes patrones de expresión de genes, el sistema puede emplearse en ingeniería de tejidos.
Aquí se demuestra la manipulación genética inducida fotónicamente, iluminando a través de una plantilla para activar genes fluorescentes en células. (Imagen: Charles Gersbach, Universidad Duke)
La ingeniería genética inducida fotónicamente podría ser aplicada en numerosos campos. Es factible iluminar células a través de la piel y controlar lo que están haciendo, como por ejemplo producir vasos sanguíneos o regenerar tejidos.
Muy a largo plazo, podría incluso llegar a diseñarse un aparato comparable al que vemos en la saga Star Trek, donde el médico mueve una especie de linterna sobre una herida y esta se cura en unos momentos, tal como aventura Gersbach. “Obviamente, eso no es ahora posible, pero este tipo de tecnología que crea un control mucho mejor sobre los sistemas biológicos podría llevarnos hacia esa dirección”, explica.

El plástico que llena el océano

La contaminación de los mares por plástico es un problema que preocupa a los científicos desde los años 70 del pasado siglo. Pero más de 40 años después aún no existe una estimación certera de la cantidad de este material que acaba en los océanos cada año. Un grupo de investigadores de varias instituciones de EEUU acaba de publicar por primera vez desde entonces el primer cálculo riguroso de cuántos desechos plásticos mal gestionados van a parar al mar desde cada uno de los 192 países costeros del mundo. Los resultados del trabajo, publicado hoy en la revista Science, son escalofriantes y ponen de manifiesto la magnitud real de la contaminación de las grandes masas de agua de todo el mundo. Entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de basura plástica van a parar a los océanos cada año, según la investigación liderada por la investigadora de la Universidad de Georgia (EEUU) Jenna Jambeck.Para llegar a esa conclusión, los científicos han cruzado los datos de generación de residuos sólidos, la densidad de población y el estatus económico país por país. Pero conviene poner en contexto esa cantidad para saber si en efecto es elevada o no con respecto a la cantidad de plástico que se produce en el mundo. La producción mundial de plástico rondó en el año 2010 los 288 millones de toneladas. Se ha multiplicado un 620% desde el año 1975. Eso genera en las regiones costeras una cantidad de basura plástica de casi 100 millones de toneladas, de los cuales 32 millones no son gestionados apropiadamente y una media de ocho millones de toneladas termina flotando en los océanos de todo el mundo.«Esa cantidad equivale a tener cinco bolsas de la compra llenas de plástico cada 30 centímetros de costa en cada uno de los 192 países costeros del mundo», dice Jambeck. «No se trata de señalar a ningún país con el dedo», aclaró ayer la autora en una conferencia de prensa desde la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés) que pudo seguirse en streaming. «Pero es cierto que los países en vías de desarrollo no han sabido implementar sistemas de gestión de residuos apropiados para su crecimiento», aseguró.Otra de las investigadoras que ha participado en el trabajo, Kara Lavender, de la Asociación para la Educación Marina (EEUU), señaló durante la conferencia de prensa que para conocer los peligros a los que nos expone la contaminación por plástico en los mares es necesario saber cuánto hay, dónde está y cómo afectaa las especies marinas. «Es complicado conocer exactamente a cuántos seres vivos afecta este problema, pero sabemos que hay cientos de especies afectadas», aseguró Lavender.«Los datos son muy preocupantes, pero no nos sorprenden», admitió ayer Roland Geyer, otro de los autores que investiga en la Universidad de California en Santa Bárbara (EEUU). «Este estudio es un importante paso para comprender la cantidad de desechos de plástico que hay en el océano», explicó ayer a este diario Carlos Duarte, investigador del Centro de Investigación del Mar Rojo de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah de Arabia Saudí y uno de los oceanógrafos más reputados del mundo. «Mientras investigaciones recientes han tratado de estimar la cantidad de plástico que flota en el océano, la entrada de este material desde tierra había sido estimado de forma tosca basándose en asunciones que no habían sido demostradas. Las estimaciones de Jambeck y sus colegas son aún mayores que las estimaciones previas», asegura. Los datos del trabajo de Jambeck chocan con las observaciones publicadas tras la Expedición Malaspina, que tomó muestras de todos los océanos durante su circunnavegación en el año 2010. «Sus datos nos llevan a una gran diferencia entre la cantidad de plástico que entra en el océano, y que continúa creciendo, y la que encontramos flotando en el océano», dice Duarte, que lideró la Expedición Malaspina.En aquella ocasión, los investigadores españoles dirigidos por Duarte y Andrés Cózar calcularon tras sus observaciones que la cantidad total de plástico que flota en la superficie está entre 6.300 y 245.000 toneladas, una cantidad mínima comparada con los cálculos de Jambeck y sus colegas. «La realidad es que no sabemos dónde está el 99% del plástico que llega al océano», explica Duarte.Estos residuos se hunden, se acumulan en los sedimentos o se incorporan a la cadena alimenticia marina, de la que los seres humanos somos los depredadores situados en lo alto de la pirámide.«Estamos ingiriendo microplásticos con el pescado que comemos, pero es probable que se trate sólo de una parte mínima de la dieta de plásticos que llevamos desde que nuestras vidas están, como la comida que comemos, envueltas en plástico», sentencia Carlos Duarte.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Reino Unido da luz verde al primer bebé con tres padres genéticos

La Cámara de los Comunes británica ha aprobado esta tarde una legislación que autorizará una técnica de reproducción asistida que utiliza el ADN de tres personas. Esta técnica, que ha sido aprobada en la cámara baja con el voto a favor de 382 diputados frente a 128 en contra, ha suscitado un enconado debate ético y cuenta con la oposición de la Iglesia. Reino Unido se convertirá (tras la previsible aprobación en la Cámara alta) en el primer país que da luz verde a los llamados bebés de tres padres, y ayudará a cerca de 150 parejas que cada año pierden a sus bebés por enfermedades mitocondriales.De lo que se trata, esencialmente, es de una especie de trasplante de órganos a escala microscópica, o un trasplante in vitro de orgánulos celulares. Las células están formadas por el núcleo y el citoplasma. El primero contiene el ADN. Y en el citoplasma están los pequeños órganos u orgánulos que llevan a cabo las instrucciones del ADN. Uno de ellos son las mitocondrias, que transforman el alimento en energía para la célula y contienen una pequeña porción de ADN extranuclear importante para el desarrollo de esa labor.En las enfermedades mitocondriales, estos pequeños órganos de la célula, que se transmiten por vía materna, no funcionan correctamente. De manera que los bebés que nacen con estas células dañadas pueden sufrir daños cerebrales, pérdida de masa muscular, fallo cardíaco y ceguera, y en muchos casos fallecen antes del primer año de vida. Solo un trasplante puede salvarlos pero, para que afecte a cada una de las cien trillones de células que hay en un cuerpo, este debe realizarse inmediatamente después de la concepción. Por eso se necesita utilizar técnicas de fecundación in vitro.
La tecnología de los 'tres padres'
La técnica que se ha aprobado esta tarde, desarrollada en Newcastle, combina el ADN de los dos progenitores con la mitocondria sana de una donante mujer. De ahí el nombre popular de los tres padres. Aunque, de hecho, sería más correcto hablar de 2,002 padres, ya que solo casi el 0,2% (en concreto, el 0,18%) del ADN de la donante pasa al embrión y, aunque sí se transmite a generaciones posteriores, no afecta a características esenciales del individuo. También los órganos trasplantados convencionalmente contienen ADN del donante, y no se mezclan sus características genéticas con las del receptor de una manera relevante. Julio Montoya, especialista en patología mitocondrial, explica que la terapia es esperanzadora y “muy buena”. Además técnicamente no es muy compleja. “Estamos expectantes”, comentaba, antes de conocer el resultado de la votación, este catedrático en Bioquímica de la Universidad de Zaragoza, que colabora como asesor científico con laAsociación de Enfermos de Patologías MitocondrialesBásicamente el proceso es el siguiente. Se fertilizan dos óvulos, uno de la madre y otro de la donante, con espermatozoides del padre. Se retira el núcleo de los dos embriones resultantes, y solo se conserva el creado por los padres. Ese núcleo se introduce en el embrión de la donante, sustituyendo al núcleo que se ha desechado. Y el embrión resultante se coloca en el útero de la madre. Lo mismo se puede hacer a escala de óvulo, antes de la fertilización. En ambos casos, el cambio es permanente y la futura descendencia del bebé que nazca con esta técnica estará también libre de la enfermedad mitocondrial. Sin embargo, a pesar de los avales recibidos, incluso por un grupo de premios Nobel, el riesgo cero no existe. Montoya plantea dos incertidumbres. La actividad de las mitocondrias no solo viene regulada por las proteínas producidas por el ADN de estos orgánulos (apenas 37 genes), sino también por las que produce el núcleo de la célula (con unos 20.000 genes). Como la técnica da como resultado la combinación en la misma célula de mitocondrias de donante con un núcleo celular de origen distinto (de los padres) cabe la posibilidad de que las proteínas mitocondriales y las de núcleo celular sean incompatibles. Y, por ello, se produzcan errores en la fábrica de energía en la célula y las patologías asociadas a esta disfunción, precisamente lo que se pretende evitar. Altos estamentos de la Iglesia de Inglaterra y de la Iglesia Católica en el país, así como determinados miembros de la comunidad científica, habían pedido el voto en contra de la aprobación de esta legislación, pues consideran que la técnica plantea aún determinadas incertidumbres éticas. La oposición de la Iglesia radica, en parte, en que la técnica implica la destrucción de un embrión, y en que consideran que podría abrir la puerta a futuras modificaciones genéticas en los embriones. Pero esta técnica en sí misma no supone la alteración del ADN nuclear, de modo que no podría utilizarse para la ingeniería genética o el diseño de bebés. Dos hermanos, uno de los cuales haya pasado por un trasplante mitocondrial, no serían más diferentes entre sí que dos hermanos que no lo hayan pasado.Hay otro riesgo, menos grave. La técnica implica transferir el núcleo del embrión de los padres o del óvulo de la madre a óvulos o embriones de donante. En esta operación se podrían arrastrar mitocondrias enfermas a los óvulos o embriones huéspedes. Si fueran pocas, el riesgo de enfermedad sería muy bajo. Aunque, en el caso de las niñas, seguirían siendo portadoras (y transmisoras) de mitocondrias afectadas. La diputada conservadora Fiona Bruce, que lideraba la oposición a la iniciativa, argumentó que la regulación que la Cámara tenía ante sí "fracasa en los dos aspectos, el ético y el de seguridad, y ambos están inextricablemente interconectados". "¿Estamos contentos con sacrificar dos vidas humanas incipientes para crear una tercera?", preguntó. Como ella, otros diputados consideraron que el tiempo establecido para el debate, de 90 minutos, era demasiado corto para un tema tan controvertido éticamente. Jane Ellison, secretaria de Estado conservadora de Sanidad Pública, aseguró que la donación mitocondrial había sido objeto de un extenso escrutinio durante años y que esta tarde era ya la hora de que los diputados votaran. Las técnicas contempladas en la regulación, dijo a la Cámara, suponen la única esperanza para las mujeres portadoras de estas patalogías de tener “hijos genéticamente sanos” que no sufran las “devastadoras y a menudo mortales consecuencias” de la enfermedad mitocondrial. Doug Turnbull, director del centro Wellcome Trust para la investigación mitocondrial, donde se ha desarrollado esta técnica pionera, había pedido el voto a favor de los diputados. “Es una investigación sugerida por los pacientes, aprobada por los pacientes y es para los pacientes, ese es el mensaje importante”, declaró a la BBC. Le apoyaron premios Nobel británicos, 40 científicos de primera línea de 14 países y diferentes asociaciones de bioética. El Gobierno británico de David Cameron —una coalición formada por conservadores y liberal demócratas—, al igual que la oposición laborista, había mostrado su apoyo al procedimiento, pero los diputados tuvieron voto libre, por tratarse de un tema muy sensible. Tras aprobarse esta enmienda a la Ley de Embriología y Fertilización Humana de 2008, la Autoridad de Embriología y Fertilización Humana aprobará ahora la licencia para que se empiece a aplicar la técnica. El primer bebé con material genético de tres personas podría nacer en 2016.

Alertan sobre gases que no afectan la capa de ozono, pero sí el clima

En 1989, el Protocolo de Montreal dispuso la reducción global de la emisión de gases industriales, en especial los llamados clorofluoruros de carbono o CFC, para recuperar la estructura de la capa de ozono que protege a los seres vivos de la emisión nociva de radiación ultravioleta. La medida tuvo, en ese plano, un éxito notable: un reciente reporte de las Naciones Unidas confirma que la capa “se encamina hacia su restauración total en las próximas décadas”. Sin embargo, los gases que ahora se usan en reemplazo, HCFC y HFC, empiezan a preocupar a los científicos por su potencial impacto sobre el clima.
HCFC y HFC no dañan la capa de ozono pero “son peores gases de efecto invernadero”, dijo a la Agencia CyTA-Leloir el doctor Pablo Canziani, investigador del CONICET, en Argentina, y ex integrante del Panel Internacional de Cambio Climático (IPCC) de la ONU.
Los CFC se inventaron en 1928 y ganaron cada vez más importancia en los años ‘60 para su uso en refrigeradores, equipos de aire acondicionado, aerosoles, solventes, espumas y otras aplicaciones. El HCFC fue uno de los gases que se introdujo en la década del ‘90 para reemplazar a los CFC y evitar daños a la capa de ozono. Sin embargo, su efecto invernadero es 2.000 veces más potente que el del dióxido de carbono (CO2), liberado a la atmósfera principalmente a partir de la quema de combustibles fósiles, la deforestación y los cambios de uso del suelo.
Para Canziani, quien fue parte del equipo científico de la Misión Satelital UARS de la NASA y trabaja en la Unidad de Investigación y Desarrollo de las Ingenierías de la Facultad Regional Buenos Aires de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), es necesario que se desarrollen y empleen otros gases refrigerantes que no tengan impacto ambiental.
El especialista argentino fue uno de los responsables en armar un documento con los resultados principales del informe de la ONU sobre la capa de ozono para que los tomadores de decisión diseñen políticas basadas en evidencias científicas. 

El laboratorio clínico en el móvil

Un pinchazo en el dedo, un móvil, 15 minutos y... diagnóstico hecho. Un grupo de investigadores ha desarrollado un accesorio que, conectado a un smartphone, es capaz de detectar dos enfermedades de transmisión sexual: sífilis y VIH, como si de un laboratorio clínico se tratara. Y, dados los resultados que los autores muestran en su artículo, publicado este miércoles en la revista Science Translational Medicine', puede que llevar el dispositivo de análisis sanguíneo en el bolsillo sea una realidad cercana.De hecho, no es el único estudio que analiza las posibilidades del teléfono móvil como herramienta sanitaria, pensando especialmente en países con recursos limitados, donde el acceso a los servicios de salud es muy pobre y la existencia de laboratorios es residual. Concretamente, un grupo de científicos del Instituto holandés Royal Tropical describieron en 2011 en la revista PLoS ONE un sistema con el que a través de la cámara de fotos del móvil y un software específico se podían transferir los datos de la imagen tomada al servidor de un laboratorio que, aunque estuviera localizado lejos, transmitía el diagnóstico con un sencillo mensaje de texto o de voz.En esta ocasión, el director del trabajo, Samuel Sia, y su equipo de ingenieros biomédicos de la Escuela de Salud Pública Mailman (Columbia, EEUU) han diseñado un accesorio de bajo coste (unos 34 dólares) que, unido a un teléfono móvil hace las veces de una prueba denominada Elisa (que se utiliza de forma estandarizada en el sistema sanitario para la detección precoz del VIH. Como explican los autores, "replica, por primera vez, las funciones mecánicas, ópticas y electrónicas de un análisis de sangre en un laboratorio".En unos 15 minutos, y con unas gotas de sangre (extraídas mediante un pinchazo en el dedo), el dispositivo móvil no sólo detecta los marcadores del VIH, también los de la sífilis, enfermedades muy prevalentes en países en vías de desarrollo. Se trata de una prueba serológica que, al igual que Elisa, permite detectar antígenos mediante el uso de anticuerpos y enzimas. En el dispositivo, relata el estudio, se produce "un acoplamiento de microfluidos con los últimos avances de la electrónica" que se convertirán, a través de un hardware específico, en un diagnóstico que se leerá a través del móvil.
El experimento se puso en marcha en Ruanda. Un grupo de sanitarios se comprometió a probar este sistema en un centro de salud. En total, extrajeron unas gotas de sangre a 96 mujeres embarazadas que tras un asesoramiento sobre prevención de enfermedades de transmisión sexual, se prestaron voluntarios para someterse a esta prueba. "Sabemos que el diagnóstico precoz y el tratamiento de esta parte de la población pueden reducir en gran medida las consecuencias adversas de las madres y sus bebés", señala Sia. Y agrega: Los resultados de sensibilidad y especificidad de "nuestro trabajo demuestran que esta alternativa podría ser viable", concluye Sia.Se trata de una tecnología que aporta muchas ventajas. Además de ofrecer alta sensibilidad y especificidad, logra un resultado en menos de 15 minutos y, según Sia, el coste estará "muy por debajo de los 18.450 dólares que cuesta el equipo típico Elisa". Según sus cálculos, el precio rondará los 34 dólares. Por otro lado, este dispositivo también es fácil de usar. Basta con 30 minutos de formación. Todas estas características las comparte también con los test rápidos de VIH que se utilizan en la actualidad en los países con recursos limitados. "Son pruebas sencillas, rápidas, desechables, que requieren poco volumen de sangre, son como test de embarazo, fáciles de almacenar y transportar a temperatura ambiente", explica África Holguín, especialista del Laboratorio de Epidemiología Molecular del VIH del servicio de Microbiología del Instituto Ramón y Cajal de investigación sanitaria (IRYCIS).La particularidad que presenta este nuevo sistema, aún en investigación, es su capacidad para identificar más de una infección al mismo tiempo. En la actualidad, numerosos grupos de expertos están trabajando en este campo de las nuevas tecnologías y la detección precoz. En general, todos intentan mejorar la sensibilidad y especificidad de las pruebas rápidas ya existentes. Al igual que este último sistema, aunque no son perfectos, consiguen identificar más casos de infección, iniciar un tratamiento precoz (con terapia antirretroviral), evitar la transmisión, reducir el número de muertes y mejorar la calidad de vida.El objetivo en los países en vías de desarrollo, "donde no hay clínicas suficientes", argumenta la doctora Holguín, conseguir que estas pruebas se apliquen de forma rutinaria en el momento de la consulta "es esencial para que el paciente sea diagnosticado en ese mismo momento y pueda iniciar el tratamiento lo antes posible", sin necesidad de hacerle volver, teniendo en cuenta sus dificultades de acceso al centro de salud. "Nosotros estamos empezando a estudiar líneas de investigación para conocer mejor las ventajas de las nuevas tecnologías en los países con recursos limitados", expone Holguín.
Otros grupos están investigando nuevos test rápidos de VIH, pero en lugar de serológicos, basados en un análisis molecular. "Los serológicos no pueden detectar la infección en los bebés menores de 18 meses", explica la doctora española. "La madre le pasa anticuerpos durante el parto y la lactancia, lo que origina falsos positivos". Por eso, a estas edades es imprescindible hacer pruebas moleculares, que "requieren equipos, formación específica, etc. Hacen falta test rápidos para la detección precoz infantil".

Técnica para marcar neuronas individuales y poder hacer un seguimiento de lo que hace cada una

En el campo de la investigación neurológica, resulta ser un reto etiquetar células individualmente y seguirlas a través del espacio o el tiempo. Nuestro cerebro tiene miles de millones de células, y ser capaces de distinguirlas al nivel de una sola célula, y modificar su actividad, es crucial para entender los mecanismos internos de funcionamiento de un órgano tan complejo.
El equipo internacional de Diego Gomez-Nicola, de la Universidad de Southampton en el Reino Unido, ha desarrollado una nueva técnica para marcar células cerebrales individuales, con la esperanza de que ayude a mejorar el conocimiento científico sobre cómo funciona el cerebro.
La nueva técnica de marcado permite “etiquetar” células individuales con una marca heredable y específica de tonalidades, que se genera por una combinación aleatoria de tres colores básicos (rojo, verde y azul).
 Se inyecta en los cerebros una solución que contiene tres vectores víricos manipulados, cada uno capaz de producir una proteína fluorescente en cada uno de los tres colores. Cada célula individual adoptará una combinación de los tres colores para adquirir una “marca de agua” característica. Este método permite a los investigadores codificar con colores células que de otro modo serían poco o nada visibles o resultarían indistinguibles entre sí.
Una vez que la célula ha sido marcada, la marca queda integrada en el ADN y será expresada de manera permanente en la célula, así como en cualquier célula hija.