La expectación el 17 de marzo en el salón de actos del Ayuntamiento de Madrid
(España) era máxima para conocer si, por fin, se habían encontrado los huesos de
Cervantes, con su característica extremidad dañada en la batalla de Lepanto, su
gran nariz o la mandíbula desdentada por la edad. No ha sido así, pero se ha
producido un gran avance: se han encontrado sus restos mezclados con los de
otros 14 individuos, según los responsables del proyecto.
“A la vista de toda la información de carácter histórico, arqueológico y
antropológico generada en este caso, es posible considerar que entre los
fragmentos de la 'reducción' localizada en el suelo de la cripta de la actual
iglesia de las Trinitarias se encuentren algunos pertenecientes a Miguel de
Cervantes”, señala la conclusión del estudio leída por el antropólogo forense
Francisco Etxeberría.
La 'reducción' a la que se refiere el experto y numerada como 4.2/32 hace
referencia a los fragmentos de cráneos, mandíbulas, extremidades, costillas,
miles de esquirlas y polvo encontrados juntos en una ‘bolsa’ común a una cota de
1,35 m bajo el enlosado de la cripta. El estudio antropológico ha confirmado
que, aunque las muestras están muy deterioradas, el conjunto pertenece al menos
a 15 individuos: cinco niños, dos mujeres, cuatro varones y otros cuatro
indeterminados.
El dato clave que relaciona estos fragmentos con los de Cervantes, enterrado
en 1616, es que la documentación histórica señala que sus restos y los de su
mujer fueron transportados a principios del siglo XVIII desde el antiguo al
nuevo convento de las Trinitarias.
“Entre 1612 y 1630 se inhumaron 17 cuerpos (dos más de los hallados hasta
ahora) en la iglesia primitiva, entre los que se encontraban los de Miguel de
Cervantes y su mujer Catalina de Salazar, y fueron trasladados en el periodo
comprendido entre 1698 y 1730 a la cripta de la iglesia nueva cuando se habilita
como lugar de enterramiento”, ha explicado el historiador Francisco Marín.
Esa cripta es la que han revisado de arriba a abajo los investigadores, tanto
sus nichos como lápidas, y aunque han encontrado más de 200 esqueletos, solo los
de la reducción localizada en la esquina sureste de la cripta se ajustan al
osario trasladado. Especialistas del Museo Nacional del Traje han confirmado que
la indumentaria litúrgica que aparece asociada se puede datar en el siglo XVII.
También el hallazgo de una moneda de 16 maravedís es de una cronología
cercana.
“Los datos derivados del estudio antropológico de lo restos óseos de la
reducción son claramente compatibles con los del grupo de personas que
estuvieron enterradas en la iglesia primitiva de las Trinitarias y fueron
trasladadas a la cripta de la nueva iglesia en forma de osario. Entre esas
personas se encontraba Miguel de Cervantes y su mujer”, insiste Almudena García
Rubio, otra de las responsables de la investigación, que subraya: “Lo que no
podemos es individualizar”.
“Tenemos mandíbulas que podrían ser perfectamente de Cervantes, porque le
faltan los dientes en vida”, comenta a Sinc Etxeberría, “pero plantear qué
fragmento es de quién es prácticamente imposible. Exigiría hacer miles de
análisis de ADN, teniendo en cuenta el estado de fragmentación de las muestras.
Nunca se ha planteado esto para restos de interés histórico, salvo en casos
excepcionales como las Torres Gemelas, donde se ha extraído un perfil genético
de todos y cada uno de los fragmentos recuperados; con un gasto impresionante,
algo que solo es posible en EE UU y por un motivo como el que fue”.
El experto reconoce que en este momento “es perfectamente posible hacer unos
análisis bioquímicos y genéticos, pero no servirían de mucho porque estos se
hacen cuando existe la posibilidad de cotejarlos con algo. Podríamos obtener un
perfil genético, pero no tendríamos con quien comparar, porque Cervantes no tuvo
descendencia". Una posibilidad es hacerlo con los de una hermana enterrada en un
convento de Alcalá de Henares, pero el problema es que sus restos también yacen
en un osario común.
No está claro como evolucionarán las investigaciones a partir de ahora, pero
los miembros del equipo, de momento, han coincidido con las palabras que ha
pronunciado la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, en la rueda de prensa: "Hoy es
un día importante porque no sólo hemos producido ciencia y cultura, también
hemos contribuido a la historia de España".
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/13205/aqui-estan-los-huesos-de-cervantes/
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