martes, 16 de febrero de 2016

¿Lo que comemos puede influir en nuestros genes?

[Img #33942]El comportamiento de nuestras células está determinado por una combinación de la actividad de sus genes con las reacciones químicas necesarias para mantenerlas, lo que se conoce como metabolismo. Este último funciona en dos direcciones: la descomposición de moléculas para proporcionarle energía al cuerpo, y la producción de compuestos que necesitan las células.
Conocer el genoma (el “plano” completo del ADN de un organismo) puede proporcionar una cantidad sustancial de información sobre el aspecto que tendrá un organismo en particular. Sin embargo, esto no nos da la imagen completa. Los genes pueden ser regulados por otros genes o regiones de ADN, o por modificadores epigenéticos, pequeñas moléculas ubicadas en puntos clave del ADN que actúan como interruptores que activan y desactivan genes.
Estudios previos han sugerido que podría existir otro actor en la regulación genética: la red metabólica, las reacciones bioquímicas que suceden dentro de un organismo. Estas reacciones dependen principalmente de los nutrientes que tiene disponibles una célula (los azúcares, los aminoácidos, los ácidos grasos y las vitaminas, obtenibles de la comida que tomamos).
Para examinar la escala a la que esto sucede, un equipo internacional de investigadores, liderado por Markus Ralser de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, abordó el papel del metabolismo en la funcionalidad más básica de una célula. Lo hicieron usando células de levadura. Esta es un modelo de organismo ideal para experimentos a gran escala, ya que es mucho más sencillo de manipular que los modelos animales, y en cambio muchos de sus genes importantes y mecanismos celulares fundamentales son los mismos o muy parecidos a aquellos que hay en animales y humanos.
Los resultados del estudio indican que casi todos nuestros genes pueden verse influidos por la comida que consumimos. La actividad de nuestros genes influye en nuestro metabolismo, pero también ocurre en sentido inverso y por tanto los nutrientes que reciben las células influyen en nuestros genes.
En muchos casos, los efectos vistos en los experimentos eran tan intensos que cambiar un perfil metabólico de una célula podía hacer que algunos de sus genes se comportasen de una manera completamente distinta.
La visión clásica es que los genes controlan cómo los nutrientes se descomponen en sustancias, pero la nueva investigación indica que también se dá el caso inverso: cómo se descomponen los nutrientes afecta a cómo se comportan nuestros genes.
Lo descubierto podría tener repercusiones muy amplias, incluyendo cómo nuestro cuerpo reacciona ante ciertos fármacos.

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