Las centrales nucleares de fusión nuclear, aún en fase de desarrollo, carecen de la peligrosidad inherente a las de fisión nuclear, la clase a la que pertenecen todas las centrales nucleares actuales. Mientras que los reactores de fisión nuclear producen residuos nucleares que pueden tardar miles de años en dejar de tener niveles peligrosos de radiactividad, eso no ocurre en los de fusión. Con esta, no existe el riesgo de catástrofes nucleares como las de Fukushima Daiichi o Chernóbil.
La fusión nuclear, el proceso que proporciona su energía al Sol, consiste en la fusión entre núcleos de átomos, creando un elemento químico diferente y liberando energía. Es el proceso opuesto de la fisión nuclear, donde un núcleo atómico se fragmenta en trozos que pasan a ser núcleos de otros elementos químicos. A diferencia de los combustibles nucleares para las centrales de fisión, los necesarios para las de fusión son virtualmente inagotables, ya que estos, el deuterio, o “agua pesada”, que se extrae del agua marina, y el tritio, que se crea dentro del reactor, están disponibles muchísimo más amplia y fácilmente que el uranio y otros.
En definitiva, la energía de fusión ofrece la atractiva posibilidad de una energía limpia, sostenible y casi ilimitada. Pero ¿puede ser una opción económicamente viable? El coste de la electricidad que se genere con ella, ¿superará al de la producida con la fisión nuclear?
En una nueva investigación, el equipo del profesor Damian Hampshire, de la Universidad de Durham en el Reino Unido, ha buscado respuestas sólidas para esas cruciales preguntas.
El equipo ha calculado el coste de construir, mantener en servicio y desmantelar una central energética de fusión y lo ha comparado con el de las actuales centrales de energía nuclear de fisión.
Su conclusión es que una central de energía de fusión podría generar electricidad a un precio similar al de una central de fisión.
A esta buena perspectiva del precio del suministro eléctrico, y a la ausencia de la amenaza impuesta por los elementos radiactivos que tantos problemas han causado en la fisión nuclear, hay que añadirle el hecho de que con el funcionamiento de las centrales de fusión nuclear no se podrán obtener materiales aptos para armamento nuclear, cosa que sí puede suceder con centrales de fisión nuclear.
Un reactor de fusión nuclear de prueba, el Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER, por sus siglas en inglés), está a unos 10 años de entrar en funcionamiento en el sur de Francia. Su objetivo es demostrar la viabilidad científica y tecnológica de la energía de fusión.
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