Mientras en Filipinas el tercer tifón consecutivo desplaza a un millón de personas, las negociaciones en la Vigésima Cumbre de la ONU sobre Cambio Climático (COP20 por sus siglas en inglés) avanzan con lentitud y "moderado" optimismo en la reducción de emisiones. Y se estancan en el financiamiento de la adaptación al cambio climático de los países en desarrollo.
Desde el 1 de diciembre, delegados de 195 países negocian en Lima dos textos. Por un lado, el borrador de acuerdo climático global que deberá ser aprobado en París en la COP21, y por otro, la estructura de los compromisos contra el cambio climático que cada país debe presentar a la ONU antes del fin del primer trimestre de 2015. Si no se logran consensos en Lima en ambas metas, difícilmente se logrará un acuerdo vinculante en París que permita que el calentamiento global no supere el umbral de los dos grados.
Christiana Figueres, Secretaria Ejecutiva de la COP, y Manuel Pulgar Vidal, Ministro de Medioambiente de Perú, describieron ayer el clima de las negociaciones como de confianza y optimismo, un halo que bautizaron como "el espíritu de Lima". En virtud de ese espíritu, ambos expresaron ayer su convicción de lograr "consensos" que sería ratificados este viernes 12, fecha en la que culmina la cumbre después de las negociaciones de alto nivel entre Jefes de Estado y ministros.
Sin embargo, este espíritu forjado en la multitudinaria marcha por el clima de septiembre pasado en Nueva York y abonado en noviembre por los compromisos -aunque insuficientes y no vinculantes -de gigantes contaminantes como EEUU y China, de reducir sus emisiones por primera vez en su historia, comienza a bajar a tierra.
Ante las arduas negociaciones, los esfuerzos de la Unión Europea se concentran en cerrar en Lima la estructura de las contribuciones de los países y seguir trabajando el borrador de acuerdo climático global a lo largo de 2015. Respecto a las contribuciones, la UE ratificó ayer su voluntad de que sólo incluyan metas de reducción de emisiones y excluyan el financiamiento y la adaptación al cambio climático, negociaciones clave para países como el anfitrión, el tercero más afectado del mundo por el cambio climático. Para el Comisario de Energía y Clima, Miguel Arias Cañete, la financiación para la adaptación debe realizarse por otras vías.
Al respecto, en declaraciones a EL MUNDO, el Secretario de Estado de Medioambiente Español, Federico Ramos, opinó en Lima que la reducción de emisiones es una materia clara y cuantificable y debe distinguirse de "otras patas" como el financiamiento y la adaptación. A pesar de que la delegación española vive las negociaciones con "moderado" optimismo, Ramos consideró que esperan largas negociaciones y noches sin dormir para lograr consensos en la COP20 este viernes, día límite para que el planeta logre un acuerdo para su supervivencia.
Hasta ahora el único instrumento para la adaptación al cambio climático de los países en desarrollo es el Fondo Verde, que a la fecha cuenta con promesas de aportes que suman cerca de ocho mil millones de euros, un monto que contrasta con los 80.000 millones a los que se habían comprometido las partes.
La Sociedad Civil en la COP20 ha exigido a los países desarrollados aportar al fondo en función de sus emisiones, por lo que EEUU debería aportar un 58% y la UE un 22% de los fondos de adaptación..
Mientras estas discusiones tienen lugar en la pequeña ciudad levantada para albergar la COP, en el centro de Lima comenzó ayer la Cumbre de Los Pueblos, que busca dirigir la atención de las negociaciones hacia los grandes afectados por el cambio climático: pequeños agricultores, mujeres y pueblos indígenas El día 10 está prevista en Lima la marcha por el clima, que recogerá el testigo de Nueva York.
Vía: http://www.elmundo.es/ciencia/2014/12/09/5486e155e2704ee8298b4582.html
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