jueves, 6 de noviembre de 2014

Una vacuna segura para el virus de la hepatitis C

Por primera vez, un ensayo clínico prueba en humanos la seguridad de una vacuna contra la hepatitis C. La estrategía consta de inmunizar con una imitación de la respuesta inmunológica que algunas personas, entre el 20% y el 40% desarrollan contra este virus y ayudar a la eliminación espontánea.
Las vacunas clásicas no consiguen actuar con algunos virus como el VIH o la hepatitis C. Ramón Planas, Jefe del Servicio de Digestivo del Hospital German Trias i Pujol de Barcelona argumenta que: "determinadas personas son capaces de generar una respuesta inmunológica muy potente gracias a una elevada producción de CD4 y CD8", un tipo de células del sistema defensivo".
Las pruebas de vacunas se les han realizado a chimpancés que les inyectaban fragmentos de ADN y adenovirus para codificar una serie de proteínas clave de la hepatitis C. Los resultados de los animales fueron que producir niveles elevados de estas células defensivas que en el 80% de los casos les confería protección, por que al inocularles el virus de la hepatitis C, conseguían eliminarlo sin problema.
Tras las pruebas a los animales, había que probarlo en los humanos y es lo que han hecho Leo Swadling y su equipo de investigadores estadounidenses, y han probado la vacuna en 15 voluntarios sanos. Han utilizado un vector adenoviral de chimpancé y otro modificado de vacuna Ankara (MVA) -proviene de la vacuna del sarampión-, "capaz de modificar proteínas clave de la hepatitis C", explican los autores en su artículo, publicado esta semana en la revista Science Translational Medicine. El objetivo, comprobar su seguridad y su capacidad de potenciar el sistema inmune. A través de varias metodologías, los responsables del trabajo han concluido que este producto consigue que "el organismo genere poblaciones de defensivas activas frente a múltiples antígenos de la hepatitis C" y, además, logra que "esa reacción se mantenga en el tiempo". La respuesta inmunológica es inmediata y permanece a lo largo de 30 semanas.El doctor Planas señala que estos resultados "abren las puertas a ensayos en fase II para estudiar su eficacia". En este sentido, los autores de la investigación hablan de un trabajo que ya se ha iniciado en EEUU (Baltimore y San Francisco) para ver si la misma vacuna puede proteger a los consumidores de drogas intravenosas, principal grupo de riesgo. Aunque las soluciones de este estudio estarán disponibles para 2016. Si todo sigue igual, "quizás en unos cinco o seis años" será viable una vacuna contra la infección, confía Planas.Efectivamente, los datos del ensayo clínico demuestran que la vacuna es segura. Sólo "se han visto efectos secundarios de corta duración (menos de 48 horas) como la fatiga y la migraña en algunos pacientes", cuenta Swadling.

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