El color rojo corresponde a las zonas donde el hielo se mueve con mayor rapidez. |
El nuevo hallazgo, hecho por el equipo de Doug Wiens y Amanda Lough, de la Universidad de Washington en San Luis de Misuri, Estados Unidos, sugiere que la fuente de magma se está moviendo más allá de la cordillera, por debajo de la corteza externa y de las capas de hielo de la Antártida. Indudablemente, su calor puede contribuir a la fusión del hielo antártico.
La mayoría de las montañas en la Antártida no son volcánicas, pero en esta área específica la mayoría sí lo son. Puede que ello se deba a que la zona Oriental de la Antártida se esté separando lentamente de la Occidental, aunque esto no se puede confirmar. Lo que sí parece estar bastante claro es que hay un punto caliente activo en el manto, justo debajo de la zona volcánica, produciéndose allí magma.
Los científicos se muestran convencidos de que el volcán sepultado bajo el hielo entrará en erupción. Además, teniendo en cuenta que las lecturas subterráneas del radar muestran que hay una montaña bajo el hielo, y a juzgar por otros rasgos, es lógico suponer que dicha montaña tiene un origen volcánico. Todo apunta además a que el volcán ya entró en erupción en el pasado.
Ante la inquietante posibilidad de una erupción volcánica subglacial, la pregunta es obvia: ¿Podrá más la firmeza de la capa de hielo de un kilómetro de grosor o la potencia eruptiva del volcán? Los científicos han calculado que sería necesaria una erupción enorme, con una potencia que liberase 1.000 veces más energía que una erupción típica, para reventar la compacta corteza de hielo bajo la cual está sepultado el volcán.
En cualquier caso, el calor que desprende ahora el volcán, y el calor mucho mayor que emitirá cuando se desencadene su próxima erupción, tendrán efectos significativos en el manto de hielo.
El agua producida por el deshielo se añadirá a la que ya circula por la exótica red de canales y lagos subglaciales. La actividad volcánica implica en definitiva un mayor drenaje, o sea más hielo que se derrite y al final va a parar al mar, o una lubricación mayor del lecho rocoso y la parte baja de inmensos bloques de hielo aposentados sobre dicho lecho, que facilitará su deslizamiento y en definitiva la pérdida de hielo antártico al pasar al mar.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/8866/descubren_un_volcan_activo_bajo_un_kilometro_de_hielo_en_la_antartida_occidental/
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