La escena se ha vuelto muy cotidiana en infinidad de escenarios: Una
persona, a menudo joven, concentrada en la pantalla de su smartphone
(teléfono celular inteligente), leyendo y tecleando mensajes, o
entregada a otras actividades
comparables a través del teléfono, sola o acompañada de otras que a
veces hacen lo mismo. ¿Le estamos dedicando a esto un tiempo diario
peligrosamente excesivo? Parece que sí, a juzgar por los resultados de
una nueva investigación realizada sobre estudiantes universitarios en Estados Unidos.
Según ha constatado en sus sujetos de estudio el equipo de James
Roberts, de la Universidad Baylor en Waco, Texas, Estados Unidos, las
usuarias habituales invierten un promedio de 10 horas al día en sus
teléfonos móviles inteligentes, y los usuarios masculinos invierten
cerca de 8. Obviamente, este uso excesivo acarrea un riesgo potencial
para el rendimiento académico y también puede traer problemas en el
ámbito laboral y hasta en el familiar.
En el estudio se comprobó que aproximadamente el 60 por ciento de los
estudiantes universitarios está tan “enganchado” a lo que le ofrece su
teléfono inteligente que admite la posibilidad de haberse vuelto adicto a
ello. De hecho, algunas de estas personas confiesan que en cuanto dejan
de tener ante la vista su teléfono les invade un estado de nerviosismo.
El estudio se hizo sobre 164 estudiantes universitarios. Los investigadores examinaron 24 actividades comunes en estos teléfonos, hallando que el tiempo invertido en
11 de esas actividades varía mucho de un sexo al otro. Curiosamente,
las aplicaciones a las que resultaron estar enganchados muchos de los
usuarios no se correspondían con los juegos típicos de las ludopatías.
Los principales hallazgos hechos en el estudio son los siguientes:
- De entre las actividades más populares, los sujetos de estudio
invirtieron más tiempo en escribir textos de mensajería instantánea (un
promedio de 94,6 minutos al día), seguida de escribir y enviar mensajes
de correo electrónico (48,5 minutos), ver el Facebook (38,6 minutos),
navegar por internet (34,4 minutos) y escuchar sus iPods (26,9 minutos).
- Los hombres envían, más o menos, la misma cantidad de mensajes que
las mujeres, pero invierten en prepararlos menos tiempo que ellas. Esto
puede denotar que envían mensajes más cortos, en los que probablemente
concentran mejor la información que desean dar, en comparación con las
mujeres, tal como razona Roberts.
- Las mujeres invierten más tiempo en sus teléfonos móviles. Aunque
este descubrimiento parece contradecir el punto de vista tradicional de
que los hombres sienten mayor atracción por la tecnología que las
mujeres, en realidad parece que las mujeres se inclinan más a usarlos
por razones sociales, por ejemplo para enviar mensajes orientados a
cultivar relaciones y a tener conversaciones más profundas.
- Los hombres, aunque estén más ocupados usando sus teléfonos
inteligentes para ocio o cuestiones prácticas, también son atraídos por
la vida social online. Dedican tiempo a visitar redes sociales como
Facebook, Instagram y Twitter.
El problema no está en estas actividades, todas ellas perfectamente
válidas. El problema es dedicarles un tiempo tan largo que ello entre en
conflicto con el rendimiento académico en el caso de los estudiantes, o
con el rendimiento laboral o las obligaciones familiares en otros
casos. Nada es bueno en exceso.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/11424/-adiccion-patologica-a-los-telefonos-inteligentes-/
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