En Japón se realizó por primera vez en personas un trasplante de células de pluripotencia inducida. Esta técnica deriva del uso de células madre y utiliza células no embrionarias, que luego son modificadas para crear otros tejidos.
En el trasplante, que se realizó bajo el mando de la oftalmóloga Masayo Takahashi en el Instituto Riken, las células en cuestión fueron extraídas de la piel de la paciente, según informa El Pais.
Se trató de una mujer de 70 años, a quien le trasplantaron una retina hecha con células modificadas para formar dicho tejido.
El órgano, formado por delgadas hojas, podría devolver la vista a la mujer, que sufre una ceguera por la degeneración macular propia de la edad.
Una gran mejoría en esta terapia es que se elimina toda posibilidad de rechazo inmunológico, al estar la persona siendo trasplantada de sí misma.
Preocupaciones del mundo científico
A diferencia de las células madre embrionarias, las células de pluripotencia inducida (también llamadas células iPS) no requieren la eliminación de un embrión, por lo que carecen de dilemas éticos.
Pero una preocupación de los investigadores es que el implante de las iPS desestabilice el genoma de las personas, lo que puede derivar en cáncer y otros efectos indeseados.
Es más, el ensayo clínico realizado en Japón no tiene como fin curar la ceguera de los pacientes involucrados, sino que revisar en un plazo de cuatro años si se produce algún tumor producto de la intervención.
En Japón el gobierno impulsa fuertemente la investigación con células madres luego de que Shinya Yamanaka recibiese el Premio Nobel de Medicina el 2012 por su desarrollar el método de re programación de células.
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