¿Plantas veraniegas floreciendo en pleno invierno? ¿Crecimiento
frondoso de maíz en parcelas de estrechos patios traseros donde casi
nunca da la luz del sol directamente?
Gracias a una nueva tecnología que el equipo de Richard Vierstra, de la Universidad de Wisconsin-Madison en Estados
Unidos, viene desarrollando desde hace años, ello podría pronto ser
posible. Los nuevos resultados en esta línea de investigación corroboran
que los fitocromos, los "ojos" que ayudan a las plantas a percibir la
luz, pueden ser manipulados, haciendo que plantas a la sombra crean que
están a pleno sol.
Por vez primera, Vierstra y su equipo han determinado de manera
detallada la estructura del fitocromo, una molécula fundamental que
detecta la luz que indica a las plantas cuándo germinar, crecer,
producir alimentos, florecer e incluso envejecer. Como los ojos, el
fitocromo es un sensor de luz que convierte la luz solar en las señales
químicas que activan
los citados procesos. Manipulándolo, los científicos pueden “engañar” a
las plantas para que su conducta no dependa tanto de la luz solar.
Uno de los mayores sueños en la agricultura es poder cultivar más
plantas en una misma área, lo cual ahorraría espacio y otros recursos.
Actualmente, existe un límite para cuán cerca de sus vecinas puede crecer una planta. Si la densidad de plantas en un campo agrícola es
alta, las hojas de una planta dan sombra a su planta vecina, lo cual le
indica a esta última que no está recibiendo suficiente luz solar. La
planta vecina invierte entonces sus recursos en el crecimiento para
ganar en altura y poder alcanzar una posición soleada, en vez de
invertirlos en producir frutos y semillas como querrían los
agricultores.
Ese proceso comienza con el fitocromo, que detecta la longitud de
onda de la luz que incide sobre la planta. Las plantas a pleno sol
absorben luz roja, mientras que las plantas a la sombra sólo reciben los
remanentes, luz roja visible pero en la frontera con la banda
infrarroja. El tipo
de luz que el fitocromo percibe le indica a la planta si debe seguir
creciendo para ganar en altura o bien debe ya pasar a florecer y
producir frutos.
Vierstra y sus colegas encontraron que haciendo cambios específicos
en este sensor natural de luz, pueden hacer que la planta pase más
tiempo en el estado idóneo para la productividad agrícola. Dicho de
forma más simple, creando las mutaciones adecuadas en los fitocromos,
estos científicos han conseguido plantas que creen estar a pleno sol,
cuando en realidad no lo están, y que actúan sobre la base de esa
creencia equivocada.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/11346/tecnica-capaz-de-ldquo-enganar-rdquo-a-las-plantas-para-que-su-conducta-no-dependa-tanto-de-la-luz-solar/
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