Los nostálgicos de
Regreso al Futuro están de enhorabuena. Tras muchos
fakes y montajes de supuestas tablas voladoras circulando por Internet, al fin parece haber
un prototipo real del aerodeslizador de Marty McFly. Su creador, Greg Henderson, un ingeniero estadounidense con un máster en arquitectura, se obsesionó con la tecnología
maglev (levitación magnética) que utilizan algunos trenes de alta velocidad.
"Si un tren de 50.000 kilogramos puede flotar, cualquier cosa puede hacerlo", explicó.
Así, Henderson se implicó de lleno en crear la aerotabla y fundó
Hendo junto a Jill Avery Henderson, su esposa, antigua empleada de
Apple. Y lo consiguió. No es ciencia ficción ni magia,
es ciencia en estado puro: el prototipo, lanzado en el portal de
crowdfunding (micromecenazgo)
KickStarter, funciona con cuatro motores de sustentación en forma de disco, que crean un campo magnético 'especial' que la empuja literalmente contra sí misma, generando la fuerza de ascensión que la hace
levitar sobre el suelo. La aerotabla puede funcionar por control remoto, aunque con la pendiente suficiente se desliza al estilo de un monopatín tradicional. Además, levita
soportando hasta 136 kilogramos de peso y, según los creadores, la versión final llegará a cargar cerca de 100 kilogramos más.
Sin embargo, aunque el aerodeslizador parece sacado del sueño de un niño, la
Hendo Hoverboard no parece apuntar a ser el próximo juguete estrella de estas navidades, pues si el campo magnético es 'especial', es porque
necesita una superficie conductora, es decir, un suelo hecho de un material que conduzca la electricidad, como el cobre, elemento con el que han creado el
skate park en sus instalaciones de Silicon Valley para las demostraciones de
Hendo, donde
cualquiera puede probar la aerotabla si aporta a su proyecto de
KickStarter unos 78 euros (100 dólares americanos).
Además, según ha explicado el creador a este diario, "siendo realistas, sería un juguete muy caro". El aerodeslizador
cuesta cerca de 8.000 euros (10.000 dólares) y, para más
inri,
la batería sólo dura 7 minutos. Sin embargo, Greg Henderson es muy optimista con su proyecto. "Esto es sólo el comienzo, estamos investigando los materiales más asquibles y eficientes. Tenemos
muchas ganas de empezar a trabajar con el grafeno", concluye.
Para un ingeniero como Greg, la tecnología desarrollada en la aerotabla va más allá de construir un juguete. Quizá sea por su formación en arquitectura por lo que los sueños de Henderson lleguen a imaginar
casas flotantes que se puedan proteger automáticamente de los desastres naturales. Así, si la tierra empieza a temblar por un terremoto o hay una gran inundación, la casa se eleva, de forma que
se evitarían accidentes de gran magnitud y grandes pérdidas económicas para las ciudades.
Para esto los Henderson fundaron
Arx Pax como una compañía hermana. "Los fans de la tecnología
podrán utilizar nuestro kit de desarrollo con un motor de levitación, la
WhiteBox, para crear algo nuevo y maravilloso", explica Greg. Así, participando en su
KickStarter con unos 236 euros, cualquier desarrollador podrá
investigar su tecnología y aplicarla a cualquier cosa. Además, por unos 78 euros más, junto con la
WhiteBox, los fundadores añadirán una aplicación para la
propulsión y el control remoto.
De este modo, la
Hendo Hoverboard es sólo "una prueba de concepto",
un pistoletazo de salida para llegar a ese futuro de ficción que hizo volar las mentes de los espectadores de películas como Blade Runner o la misma Regreso al Futuro.
Vía: http://www.elmundo.es/ciencia/2014/10/24/544933c8ca4741f0708b4593.html