La temperatura global aumentará probablemente entre 3,3 y 5,6 grados
centígrados hacia finales de este siglo, si no se toman ya medidas firmes para
refrenar el calentamiento global. Esta es la sombría conclusión a la que se ha
llegado en un informe presentado por el Programa Conjunto Sobre Ciencia y
Política del Cambio Global, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en
la ciudad estadounidense de Cambridge.
El incremento pronosticado de temperatura sobrepasa el umbral identificado
por las Naciones Unidas como el límite máximo más allá del cual no será posible
evitar los peores impactos del cambio climático, que incluirán alteraciones
extremas de los patrones de precipitación y que agravarán las presiones
socioeconómicas que soporta la humanidad.
“Nuestro mundo está cambiando rápidamente”, subraya John Reilly, codirector
del Programa Conjunto del MIT y coautor del informe. “Necesitamos conocer bien
la naturaleza de los riesgos a los que nos enfrentamos a fin de poder
prepararnos para ellos”.
El equipo del MIT calcula que se duplicará el uso mundial de energía hacia el
año 2050, sobre todo debido a un aumento en su utilización en los países en vías
de desarrollo, donde una industria en fuerte expansión y una población cada vez
más grande y más pudiente tendrán más acceso a vehículos personales.
Globalmente, las fuentes de energía limpia lograrán algunos avances importantes,
pero el uso de la energía continuará estado dominado esencialmente por los
combustibles fósiles. Como resultado de ello, se teme que las emisiones globales
se dupliquen hacia finales del siglo. Para permanecer por debajo del umbral de
los 2 grados centígrados de calentamiento sobre la temperatura media que tenía
la Tierra justo antes de la Revolución Industrial, las emisiones globales
tendrían que dejar de seguir aumentando en un futuro cercano o incluso ahora
mismo, concluye el informe.
A finales de este siglo, el suministro de agua dulce se incrementará en un 15
por ciento, a medida que las temperaturas más cálidas aceleren el ciclo
hidrológico, ocasionando más lluvia y nieve. Sin embargo, el uso global de agua
mantendrá su ritmo de crecimiento, y se calcula que aumentará en un 19 por
ciento.
Se calcula también que la necesidad de agua se disparará en la India, China,
partes de Oriente Medio y el Norte de África, a pesar de que algunas de estas
regiones y naciones, como la India, recibirán más lluvia y nieve. Unas
temperaturas más altas llevarán a más precipitación, pero ésta podría caer en la
época inadecuada del año, después de que la temporada de crecimiento de los
cultivos haya acabado, o podría escurrirse hacia el océano por ser demasiado
copiosa para ser retenida tierra adentro.
Globalmente, la mayor parte del agua se usa para regadío. Sin embargo, el
consumo de agua para actividades domésticas e industriales está creciendo a tal
ritmo que es factible que llegue a ser casi tan grande como el del agua para
regadío, con el agravante adicional de que ese nivel tan alto de consumo
doméstico e industrial se alcanzará justo cuando más agua se necesite para el
riego de campos agrícolas, habida cuenta de que la población humana será mucho
mayor que la actual y por tanto habrá más bocas que alimentar.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/11567/a-finales-de-siglo-la-temperatura-de-la-tierra-sera-unos-4-grados-mayor-si-no-se-refrena-el-calentamiento-global/
No hay comentarios:
Publicar un comentario