El riesgo de contagiarse con el virus ébola es muy bajo en España, incluso en las zonas donde ha estado la enfermera española que contrajo la enfermedad después de tratar al misionero Manuel García Viejo. El primer motivo es que una persona infectada solo puede contagiar la enfermedad cuando ha comenzado a experimentar síntomas. Y el segundo, es que se considera que las personas deben tener contacto directo con los fluídos de los afectados para poder contraer el ébola. Lo cual va más allá de un roce casual.
Además, no todos los síntomas conllevan el mismo riesgo de contagio. Los primeros síntomas en aparecer, después de un período variable que va de los dos a los 21 días y que en general suelen aparecer a los diez días, son en la mayoría de los casos dolor de cabeza, fiebre alta, dolor muscular y dolor en el vientre. En estas etapas los fluídos que pueden transmitir la enfermedad son la saliva, las lágrimas y en contadas ocasiones, el sudor. Pero en etapas más avanzadas, aparecen síntomas que facilitan mucho más el contagio, como son la diarrea, los vómitos y las hemorragias.
«En teoría, los pacientes en periodo de incubación no contagian el ébola. En los casos en los que se han detectado partículas virales en secreciones producidas durante el periodo de incubación su concentración era tan baja que se considera que no tienen capacidad de contagiar», explicó a ABC José Féix Hoyo, vocal de operaciones internacionales de Médicos del Mundo y médico de urgencias en el hospital de Móstoles de Madrid. Y añadió: «No hay que olvidar que es un virus con una infectividad muy baja».
Aún así, las recomendaciones del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos pueden disminuir el riesgo de contagio.
Medidas para protegerse
Aún no hay vacuna contra el ébola y los tratamientos experimentales aún no están puestos a punto. Pero el CDC recomienda:
-Lavarse las manos con jabón frecuentemente, o usar geles higienizantes con base alcohólica.
-No tocar los fluídos de personas enfermas.
-No tocar objetos que puedan haber estado en contacto con personas enfermas o con fluídos de enfermos, ya se trate de ropa, instrumental médico.
-No tocar a una persona que haya fallecido a causa del ébola.
¿Qué hacer si has estado expuesto?
Se recomienda controlar la temperatura corporal dos veces al día, vigilar la aparición de síntomas como dolor de cabeza, vómitos, dolor abdominal y hemorragias, y acudir al médico si hay sospechas. Durante el tiempo de búsqueda de síntomas, el CDC considera que se puede hacer vida normal e ir al trabajo.
¿Qué fluídos son los más contagiosos?
Un estudio realizado durante el brote de ébola de Uganda en el año 2000, en el que se produjeron 425 casos y 224 muertes, calculó cuáles eran los fluídos más contagiosos. Después de recoger 54 muestras de 26 pacientes enfermos y recuperados, se intentó averiguar en qué fluídos era más probable encontrar virus, pero el número de análisis fue tan bajo, que los resultados no pudieron ser generalizados hasta hacer más estudios. Entre los pacientes que padecían la enfermedad, se encontró lo siguiente:
-Presencia de virus en saliva (en el 67% de 12 muestras), heces (50% de cuatro muestras), semen (37% de 38 muestras) y piel, que, aunque no es un fluído, también fue analizada, encontrándose un 13% de muestras con virus de un total de 13 muestras. No se encontraron virus en siete muestras de orina.
-Por otro lado, contando solo con una o dos muestras de cada fluído, se encontraron virus en lágrimas, sangre de la nariz y leche materna y no se encontraron en mocos, vómito y sudor.
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