El mayor experto mundial en el papel de los perros en los brotes de ébola le da la razón. “No hay que matar al perro, porque es importante desde el punto de vista científico”, sentencia por teléfonoEric Leroy, director general del Centro Internacional de Investigaciones Médicas de Franceville, en Gabón. Leroy es el principal autor del único estudio sobre el tema, que analizó a posteriori un brote de ébola en Gabón entre 2001 y 2002. El trabajo, publicado en una revista científica de los Centros Para El Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU, sugería que “los perros pueden ser infectados por el virus del ébola y que su presunta infección es asintomática".
“Al perro de Madrid hay que aislarlo, hacerle un seguimiento, estudiar sus parámetros biológicos, ver si está infectado y averiguar si excreta virus. Es muy interesante desde el punto de vista científico, no sirve para nada matarlo”, advierte Leroy. Su estudio en Gabón investigó una zona epidémica, con perros asilvestrados que llegaron a comer animales salvajes con alto riesgo de estar infectados, como simios y murciélagos de la fruta. En pueblos de Gabón en los que se habían registrado casos humanos de ébola por contacto con animales salvajes, el 32% de los perros presentaba anticuerpos específicos contra el virus.
"Estos animales domésticos pueden por lo tanto infectarse y excretar el virus durante un periodo determinado, convirtiéndose así en una fuente potencial de infección para el ser humano", explicaba en un comunicado de 2005 el Instituto de Investigación para el Desarrollo de París. "Ahora parece necesario evaluar el papel de los perros en los brotes de ébola y tener en cuenta este riesgo en las medidas de control de la epidemia", sentenciaba.
Sin embargo, subraya Leroy, “fue un estudio a posteriori, en Madrid tenemos un posible caso activo del que podemos aprender muchas cosas, como si los perros efectivamente representan un foco de infección en los brotes de ébola”. Conocer el papel de los canes en las epidemias del ébola es fundamental, porque las aldeas africanas afectadas están llenas de perros, añade este experto en enfermedades emergentes. A juicio de Leroy, si se comprueba que Excalibur no está infectado, basta con liberarlo. Y si está contagiado por el ébola, “se va a recuperar y cuando esté curado habrá eliminado completamente el virus”.
Ni el Ministerio de Sanidad español ni la Comunidad de Madrid han consultado a este experto antes de decidir el sacrificio del perro. "No he recibido ninguna llamada", confirma Leroy.
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