miércoles, 29 de octubre de 2014

La versión de Teresa Romero no se sostiene

La Organización Médica Colegial (OMC), la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) han coincidido en desbaratar la versión de la auxiliar de enfermería contagiada por ébola, Teresa Romero, sobre su visita a la doctora de Atención Primaria (AP) en Alcorcón. A su juicio, no es verdad que Romero informara de su contacto con los misioneros afectados al acudir a la consulta del centro de salud madrileño.
Los máximos representantes nacionales de la profesión médica defienden en bloque y sin fisuras la versión de la facultativa de AP, que asegura no haber activado el protocolo de seguridad porque no fue informada por la paciente sobre su relación con los dos misioneros con ébola repatriados a España. Esta afirmación desmiente lo aseverado por la propia Romero en varios medios de comunicación, a través de los cuales ha señalado que informó a la doctora sobre su trabajo con los afectados y que la facultativa le recetó como respuesta un paracetamol y reposo en el domicilio.
Al ser consultadas por Redacción Médica, ninguna de las organizaciones médicas nacionales expresa categóricamente que la auxiliar mintió en su momento sobre las causas de su estado de salud, pero sí cierran filas en torno a la labor médica de la doctora de Alcorcón y dan total credibilidad a su gestión del caso.
 De esta forma, se suman al respaldo público que hicieron este martes el Sindicato Médico madrileño (Amyts) y el Colegio de Médicos de Madrid, los dos primeros organismos en amparar el trabajo de la facultativa del centro de salud de Alcorcón: “se ajustó a las previsiones contenidas en el código deontológico en la legislación vigente y en los protocolos existentes” y “desarrolló su actividad conforme a las exigencias de una incuestionable buena praxis médica”. Teresa Romero “faltó a la verdad”, indicó explícitamente Amyts en su manifiesto sobre la polémica.
En la misma línea, Francisco Miralles, secretario general de CESM, ha declarado a este diario que, “desde el sindicato, confiamos plenamente en la actuación de la doctora y contará con todo el apoyo de las instituciones médicas”. En este sentido, Miralles pide que Teresa Romero rectifique en su versión, o de lo contrario, “perderá credibilidad”, ya que en un primer momento aseguró no informar sobre su contagio y, una vez pasada la enfermedad, ha indicado lo contrario.
 “Respeto lo que diga Romero”, ha destacado por su parte José Luis Llisterri, presidente de Semergen, “pero un médico activa este tipo de protocolos cuando tiene pleno conocimiento de la situación. No caben más discusiones”. Su homólogo en SEMG, Benjamín Abarca, se muestra más comedido a la hora de adelantar su opinión, pero da “credibilidad” a lo que afirman el resto de agrupaciones médicas en defensa de la doctora de Alcorcón. “Recabaremos datos para conocer quién dice la verdad y quién no, pero no es positivo este cruce de acusaciones entre profesionales sanitarios”, comenta Abarca.
Por su parte, Serafín Romero, vicepresidente de la OMC, aunque “avala” la versión de la facultativa, pide no “buscar culpables”, ya que esta situación “no se ajusta a la realidad”. “Los profesionales que trabajan en nuestro sistema sanitario lo hacen de la mano”. No tan alineado con el resto de los colectivos consultados, el presidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), Carlos Macaya, se ha mostrado mucho más cauto ante lo que ha calificado un “cruce de acusaciones”. “No sé quién de las dos partes lleva razón en lo que realmente pasó”, ha explicado a Redacción Médica, “por lo que no me voy a posicionar frontalmente, aunque está claro que, a veces, el enfermo cree que le dijo algo al médico sobre su estado de salud que luego no se lo dijo”, ha remarcado Macaya.
El Consejo General de Enfermería (CGE) es el único organismo que, hasta el momento, defiende la versión de la auxiliar Teresa Romero. “Es una situación extraña en los dos sentidos, ya que cuesta entender que un médico reciba una persona que estuvo en contacto con ébola no haga nada; pero también cuesta entender que un personal sanitario que atiende a un paciente con ébola, no lo diga. Ahí será un juez quien decida quién dice la verdad”, ha reconocido Máximo González Jurado, presidente de este organismo.
Pero, en cualquier caso, González Jurado justifica ambas situaciones ya que “el error profesional también existe” y cree que la mayor equivocación de todo esto es “echar a pelear a la médico con la enfermera”.

Vía: http://www.redaccionmedica.com/noticia/la-version-de-teresa-romero-no-se-sostiene-7588

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