martes, 14 de octubre de 2014

Frente al ébola, ni gafas ni mascarilla, según científicos españoles

Frente al ébola, ni gafas ni mascarilla, según científicos españoles
Científicos del hospital La Paz- Carlos III de Madrid y de la Universidad de Valencia aseguran que la protección respiratoria para evitar el contagio de ébola no siempre es necesaria, es más, indican que solo puede contribuir a generar un estado de pánico en la sociedad. La investigación, que se publica en la revista The Lancet, insiste en que el virus del Ébola tiene escasa capacidad para propagarse por vía aérea.
¿Quién tuvo la culpa del contagio de la enfermera? Parece que se trata de una cadena de infortunios, errores en un protocolo poco elaborado y poco trabajado. La posibilidad de que el ébola se extienda en España saltó a la sociedad a la misma velocidad que el miedo y las lamentaciones. Un miedo, que para muchos ha sido el principio de un pánico colectivo: la falta de responsables, las falta de claridad y de evidencias científicas han generado una inseguridad difícil de salvar. Ahora, un equipo de científicos españoles ha publicado una investigación que afirma, para la tranquilidad de la mayoría, que el virus no tiene capacidad para propagarse por el aire. Tanto es así que el autor principal dice que “el uso de protección respiratoria completa e intensa es innecesario para la mayor parte del manejo de los pacientes, sus excreciones o los cadáveres”.
Ni gafas, ni máscara, ¿así de sencillo? “Las gafas y las mascarillas pueden llegar a no ser ni siquiera necesarias para hablar con pacientes conscientes, siempre y cuando se guarde una distancia de 1 o 2 metros, la distancia máxima que pueden alcanzar las gotitas infecciosas que pueden trasladar este virus, que no resiste mucho ni llega lejos flotando en el aire”, según cuenta el científico de la Universidad de Valencia José Mª Martín-Moreno. “Las medidas que protegen de la exposición a fluidos por contacto directo son suficientes para manejar a la mayoría de los pacientes”, dice Martín-Moreno. Además, “es esencial reducir el pánico y promover que la comunidad afectada ofrezca la base de su solución, evitando la huida del personal sanitario, atemorizado”, reitera el científico.
Exceso de protección es una idea que puede parecer ridícula o incluso un método poco acertado de calmar a una sociedad que espera muchas respuestas, pero no por ello es menos cierto. Uno de los autores explica que “un exceso de precauciones podría dar una seguridad aparente adicional o incluso llegar a ser tranquilizador para el personal sanitario encargado del manejo de los pacientes”, dice el experto. No obstante, el traje, además de resultar “incómodo”, “sugiere que la única defensa posible para las personas consiste en ponerse un equipo de protección individual, inaccesible para la población en general”, cuenta Martín-Moreno según Sinc.
Los autores de la investigación incluso ven culpa en los periodistas, ya que explican que “las organizaciones sanitarias, incluyendo las agencias estatales encargadas de la repatriación de algunos enfermos a países desarrollados, aplican medidas de contención respiratoria y otras propias de los usos Nuclear Bacteriológico Químico de gran espectacularidad, recogidas de forma profusa por los medios de comunicación”.
Quizá no sean necesarias, pero para el sanitario, la sociedad y como dicen los investigadores, para los medios de comunicación, quizá sea mejor ponerse una mascarilla.

Vía: http://www.ideal.es/sociedad/ciencia/201410/14/frente-ebola-gafas-mascarilla-20141014143453.html

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