lunes, 16 de junio de 2014

El ejercicio continuo controla la glucosa en la sangre

imageRotateLos médicos están cada vez más preocupados por el avance de la diabetes. Las estimaciones revelan que para el año 2030 habrá 57,8 millones de latinoamericanos con la enfermedad, un aumento de 59% en contraste con los 36,4 millones registrados en 2011.
A ello se le suma que solo la mitad de los pacientes recibe tratamiento oportuno, y tan solo la mitad de estos últimos alcanza la meta del control de la glucosa en la sangre.
Los riesgos son múltiples. Dos tercios de los pacientes no se adhieren al tratamiento y desarrollan complicaciones por no tratarse como es debido, explica Freedy Eliaschewitz, director del Centro de Pesquisas Clínicas de Brasil durante el Latín American Diabetes Leadership Summit 2014, congreso organizado por la farmacéutica Novo Nordisk en la ciudad de Sao Paulo, Brasil.
Las complicaciones pueden acarrear un riesgo hasta cuatro veces mayor de sufrir un infarto o evento cerebrovascular: dos de cada tres personas con hiperglucemia causada por la diabetes sufren de presión arterial alta; también menor flujo sanguíneo en los pies, aumentando las probabilidades de enfermedades o amputaciones, o una disminución de la función renal, permitiendo que se pierda una importante cantidad de proteína en la orina.
"No tengo miedo al decir que la insulina es la que ha salvado la mayor cantidad de vidas después de los antibióticos", indica Eliaschewitz para luego añadir: "la insulina no puede faltar, sobre todo en diabéticos tipo 1; si es tipo 2 el cuerpo puede tardar unos días en descompensar la glucosa, puede comer menos o hacer más ejercicio en esos días, pero siempre será necesaria".
La inyección de insulina se utiliza para controlar el nivel de azúcar en la sangre para los dos tipos de diabetes. Funciona ayudando a mover la glucosa hacia los otros tejidos del cuerpo en donde se usa para energía.
La diabetes ocurre cuando el cuerpo no produce suficiente insulina (diabetes mellitus tipo 1) o no la usa correctamente (tipo 2). Como consecuencia, la glucosa permanece en la sangre, ocasionando sus consecuencias.
El ejercicio es tan importante como los medicamentos para manejar la diabetes. El preparador físico brasileño Márcio Atalla explica que la actividad física ayuda a transportar la glucosa y reduce la resistencia a la insulina.
Pero para que haga efecto, el ejercicio debe ser continuo: por lo menos 150 minutos de actividad repartidos entre cuatro o cinco veces a la semana (no acumulado en un solo día). "Lo importante es que el cuerpo busque un patrón, 20 o 22 veces al mes. Si hacemos ejercicio solo 13 días al mes, no hay un patrón", explica Atalla.
Antes de que un diabético empiece a hacer ejercicio, debe buscar consejo con su médico. Comience con caminatas, verifique el nivel de azúcar antes, durante y después del ejercicio y pregunte cuándo debe comer y en qué cantidad.
Con respecto a la dieta, la especialista en educación nutricional Gisele Rossi Goveia indica que no hay una plan alimenticio para diabéticos sino estrategias personalizadas de acuerdo a cada paciente que requerirá de la asesoría de un especialista.

Vía: http://www.eluniversal.com/vida/140616/el-ejercicio-continuo-controla-la-glucosa-en-la-sangre

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