Una dosis en lugar de diez días de ingreso
hospitalario enganchados a un tratamiento intravenoso. Esta es la
propuesta del doctor Ralph Corey para resolver algunas de las infecciones bacterianas más graves. Corey es autor principal de una investigación que ha demostrado la rapidez de acción y eficacia de un nuevo antibiótico llamado oritavancina.
Los primeros resultados del ensayo
clínico, que ha involucrado a más de 2.000 pacientes, se han publicado
en la revista «New England Journal of Medicine». El ensayo comparó el nuevo antibiótico con la vancomicina, un antibiótico de amplio espectro muy utilizado en los hospitales para luchar contra infecciones resistentes.
La investigación demostró que basta
una sola dosis intravenosa de oritavancina frente a dos infusiones
diarias durante 7 a 10 días de vancomicina. Una única dosis redujo el
tamaño de la lesión infectada de la piel y la fiebre.
Los resultados son esperanzadores no
solo porque aparece un nuevo antibiótico en un momento en el que la
Organización Mundial de la Salud teme que los actuales fármacos pierdan eficacia, sino porque un régimen de una sola dosis podría reducir las estancias hospitalarias y reducir costes.
También ayudaría a mejorar la adherencia a los tratamientos de
muchos pacientes que dejan de tomar su tratamiento cuando empiezan a
sentirse mejor. El abandono favorece la aparición de resistencias, uno
de los problemas más graves de la sanidad en el siglo XXI.
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