Después de mucho tiempo desde que se planteó por vez primera, se ha
resuelto un importante misterio del sistema nervioso central, al
descubrirse cómo una proteína clave se posiciona en los puntos exactos
para lanzar los impulsos eléctricos que permiten la comunicación
mediante señales nerviosas hacia y desde el cerebro.
Los impulsos
eléctricos nerviosos son fundamentales debido a que las neuronas los
requieren para enviar información sobre los sentidos, el movimiento, las
emociones y el pensamiento, a otros tipos de células en los circuitos
neuronales. Y un impulso no se dispara una sola vez; se inicia y luego
debe ser repetidamente transmitido a lo largo de los axones (extensiones
largas y delgadas de los cuerpos de células nerviosas) para mantener
estables los mensajes del sistema nervioso durante su rápido recorrido.
Por
ejemplo, si un dedo de alguien toca un objeto peligrosamente caliente,
los impulsos nerviosos proporcionan una rápida comunicación entre las
células nerviosas de la mano y el cerebro para evitarle a esa persona
una quemadura grave.
La nueva investigación, a cargo de
especialistas de la Universidad Estatal de Ohio en la ciudad
estadounidense de Columbus, revela una parte del proceso de la que se
desconocían muchas cosas, concretamente cómo un "motor molecular" ayuda a
mover al generador de impulsos hasta situarlo en el lugar apropiado del
axón para que pueda llevar a cabo este trabajo vital.
Como la mayoría de las proteínas, la sustancia que inicia los impulsos
nerviosos se produce en el cuerpo celular de la neurona o célula
nerviosa. Pero esta proteína, el canal iónico de sodio, hace su trabajo
en y entre segmentos aislados de axones. Desde que los impulsos
nerviosos fueron descubiertos en la década de 1950, los científicos no
han podido describir cómo el canal de sodio se activa en el lugar
necesario para iniciar estas señales eléctricas.
Investigaciones anteriores habían demostrado que el canal de sodio
está anclado en los axones a través de otra proteína. En este nuevo
estudio, el equipo de Chen Gu identificó una tercera molécula en el
proceso: una proteína motora que crea la fuerza mecánica suficiente para
mover el canal de sodio y su proteína asociada desde el cuerpo celular
hasta el axón.
El hallazgo podría ayudar a explicar las causas
exactas de síntomas de muchas dolencias neurológicas, desde la
esclerosis múltiple y la enfermedad de Parkinson, hasta lesiones en la
médula espinal y el cerebro, síntomas que derivan del mal funcionamiento
o inoperancia de los axones y la consiguiente señalización eléctrica
inadecuada.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/9447/aclaran_el_misterio_del_posicionamiento_de_los_generadores_de_impulsos_nerviosos_de_las_neuronas/
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