Aunque le
resulte difícil de creer, un estudio realizado en la revista 'Journal of
Experimental Psychology: General', determinó que los bebés son más sensibles a discernir si una persona es amable u hostil.
Para el estudio, 64 niños de nueve meses
fueron separados de forma aleatoria en grupos y luego observaron vídeos
que mostraban a dos adultos. En los videos, los adultos tomaban dos comidas y luego reaccionaban de forma positiva o negativa a cada una de ellas. En algunos de los vídeos los adultos compartían las mismas reacciones, en otros reaccionaban de manera diferente.
"El comer con familiares y amigos es una acción social, y por eso los
niños pueden inclinarse particularmente a usar los comportamientos
durante la comida para hacer inferencias sobre las relaciones sociales", señaló La otra autora, Katherine Kinzler.
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