Aunque le
resulte difícil de creer, un estudio realizado en la revista 'Journal of
Experimental Psychology: General', determinó que los bebés son más sensibles a discernir si una persona es amable u hostil.

"El comer con familiares y amigos es una acción social, y por eso los
niños pueden inclinarse particularmente a usar los comportamientos
durante la comida para hacer inferencias sobre las relaciones sociales", señaló La otra autora, Katherine Kinzler.
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