Las bacterias que causan la tuberculosis enmascaran su identidad y
evitan así ser reconocidas por las células que combaten la infección en
el tracto respiratorio superior.
Como casi todas las demás
bacterias, la de la tuberculosis posee patrones moleculares delatadores
que deberían activar la respuesta inmunitaria.
Sin embargo, esta bacteria ha desarrollado mecanismos para evadir que se active la alarma en el organismo que pretende invadir.
Esos
mecanismos son comparables, en esencia, a la estrategia a la que
recurren los delincuentes más buscados para no ser reconocidos por la
policía: Teñirse el pelo y hacer otros cambios drásticos en su
apariencia física.
Las bacterias de la tuberculosis producen en
su superficie externa ciertos tipos de sustancias grasas, o lípidos, que
cubren los patrones moleculares subyacentes que revelarían su
naturaleza peligrosa para las células que combaten la infección.
Luego,
estas taimadas bacterias, valiéndose de otro tipo de lípido, atraen la
atención de glóbulos blancos menos peligrosos para ellas, en las
regiones más profundas de los pulmones, dejándose tragar por ellas,
para, de este modo, ocultas dentro de estos glóbulos blancos, viajar
hasta lograr rebasar barreras defensivas difíciles, y llegar tras las
líneas enemigas, por así decirlo. Allí, las bacterias pueden establecer
una infección con mejores garantías de éxito.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/9222/las_complejas_estrategias_de_camuflaje_que_la_bacteria_de_la_tuberculosis_usa_en_sus_ataques/
No hay comentarios:
Publicar un comentario