En una investigación de cinco años de duración, concluida recientemente, se ha descubierto un proceso que resulta fundamental durante la invasión de los glóbulos rojos por el parásito de la malaria o paludismo, y, aún más importante, se ha encontrado una vía para bloquear esta invasión.
Provistos con este nuevo y valioso conocimiento, los autores del hallazgo, de la Universidad tecnológica Nanyang (NTU) en Singapur, buscan ahora colaborar con empresas para desarrollar una vacuna contra la malaria. Dicha vacuna podría estar a punto en un plazo no mayor de cinco años si se cuenta con el respaldo suficiente por parte de alguna empresa o empresas.
El logro científico del equipo del profesor Peter Preiser, hecho público a través de la revista académica Nature Communications, podría ser decisivo para abrir un camino definitivo hacia la erradicación de la malaria.
Según la Organización mundial de la Salud, alrededor de 3.300 millones de personas, o sea la mitad de la población mundial, están en riesgo de contraer la malaria. Esta enfermedad, transmitida por ciertos mosquitos, causa fiebre y dolor de cabeza; y en casos graves puede hacer que el paciente entre en un estado de coma o incluso fallezca.
La enfermedad infectó a unos 219 millones de personas en 2010, y mata alrededor de 860.000 personas cada año en el mundo.
Si se logra crear una vacuna de bajo costo que sea eficaz y torne inocuo al parásito, entonces, la vacuna estaría al alcance de cualquiera, y millones de vidas se podrían salvar. Una vacuna así representaría además un buen negocio para la compañía farmacéutica que la comercializase. Un producto barato pero que se venda mucho, siempre es un gran negocio.
Lo que el equipo de Preiser y la Dra. Anne Gao ha identificado es una región del parasito de la malaria que le permite a éste adherirse a glóbulos rojos sanos y luego penetrar en su interior.
Para evitar dicha acción, estos investigadores han desarrollado anticuerpos capaces de interferir con este proceso del parásito para entrar en glóbulos rojos. Lo que hacen tales anticuerpos se podría comparar a la deformación deliberada de una llave para impedir que abra una puerta que antes sí podía abrir. Siguiendo este símil, podríamos decir que, sin la acción de esos anticuerpos especiales, el parásito logra hacer una copia de la llave que le permite luego abrir la puerta hacia el interior del glóbulo rojo y colarse dentro. Sin embargo, cuando esos anticuerpos actúan, el parásito no puede abrir la cerradura de la puerta con su copia de la llave, ya que dicha copia está deformada y no encaja en la cerradura. En este caso, por más que lo intente, el parásito no puede abrir dicha puerta.
Vía: http://noticiasdelaciencia.es/not/9328/descubren_la_base_para_una_posible_vacuna_contra_la_malaria/
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