Cada año, la llegada de la estación con mayor incidencia de la gripe o
influenza marca el momento culminante de una batalla iniciada meses
antes y que consiste en que el bando de los científicos, a modo de
servicio de Inteligencia Militar intentando predecir los movimientos del
enemigo en el teatro de operaciones, debe inferir cuáles serán las
mutaciones más probables del virus de la gripe y las consecuencias para
la capacidad de ataque y la de resistencia de esas nuevas cepas víricas.
Adelantarse a los acontecimientos puede suponer salvar muchas vidas
humanas.
Hay diferentes tipos de cepas de gripe, y varían de un
año a otro. Así que las autoridades en cada temporada deben hacer una
conjetura e indicarles a los laboratorios farmacéuticos cuales son las
variantes de la gripe y qué tipo de vacunas producir.
El equipo
de James R. Swartz y Yuan Lu, de la Universidad de Stanford en
California, ha dado un paso pionero hacia la posible creación de una
vacuna universal de la gripe, una que se podría producir con mayor
rapidez y que ofrecería una mayor protección que las vacunas disponibles
en la actualidad, muy orientadas a cepas específicas.
Su nuevo
enfoque surge de un mejor conocimiento sobre la estructura de una
proteína clave en la superficie del virus de la gripe, así como de un
nuevo proceso para la fabricación de vacunas basado en ese mejor
conocimiento.
Un virus de la gripe se compone de diferentes
proteínas. Sobresalen de la superficie del virus cientos de copias de
una proteína llamada hemaglutinina. Cada una se asemeja a un hongo, con
una cabeza y un tronco. La cabeza de la hemaglutinina ayuda a determinar
la virulencia de una determinada cepa de la gripe.
Las actuales vacunas se basan en virus desactivados que contienen las
cabezas de la hemaglutinina. Cuando se inyecta una vacuna contra la
gripe en el torrente sanguíneo, el sistema inmunitario percibe la cabeza
de la hemaglutinina como un objetivo de ataque, y crea anticuerpos para
combatir contra lo que asume que es una infección.
Lograr que el
sistema inmunitario aprenda a reconocer un objetivo de ataque es la
esencia de la vacunación. Si estamos expuestos a la gripe después de ser
vacunados apropiadamente, nuestro sistema inmunitario estará preparado
para reconocer y erradicar el virus invasor antes de que éste se pueda
replicar mediante nuestra maquinaria celular con una cantidad suficiente
de copias para hacernos enfermar.
Swartz y sus colegas basan su nuevo enfoque para una vacuna de la
gripe en el hecho de que, mientras que la citada cabeza del virus de la
gripe varía cada año, el tronco de la proteína se mantiene constante a
través del tiempo.
En teoría, una vacuna basada en el tronco de
la proteína debería proteger de una manera más amplia contra el virus de
la gripe, abarcando muchísimas cepas o incluso todas. Esto último la
convertiría en una vacuna universal contra la gripe. Debido a que el
tronco de la proteína se mantiene bastante estable año tras año, una vez
que el sistema inmunitario produce anticuerpos contra ese antígeno, una
protección para múltiples estaciones debería ser posible.Swartz y sus colegas han logrado dar el primer paso técnico hacia la
creación de una vacuna de esta clase, y esperan verificar sus
expectativas sobre la acción de esta vacuna en futuras investigaciones.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/9403/un_paso_pionero_hacia_una_posible__vacuna_universal__contra_la_gripe/
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