El 90 % de los españoles cree que el cigarrillo electrónico
no debería usarse en espacios públicos cerrados, incluido bares y
restaurantes, según señala un estudio de los médicos de familia, que han
pedido que se prohíba su consumo en estas zonas y que se regule como un
derivado más del tabaco.
La Sociedad Española de Medicina de
Familia y Comunitaria (semFYC) ha realizado esta encuesta con motivo de
la XV semana sin humo, que se celebrará entre el 26 y 31 de mayo con el
lema "Cada vez que lo dejas...¡triunfas!".
Para
la encuesta se ha recogido la opinión de 6.857 personas en centros de
atención primaria de toda España: 1.827 de ellas eran fumadoras, 2.720
no fumadoras y 2.309 exfumadoras, y la edad media era de 48 años, y el
64 % eran mujeres.
Los datos de la muestra, con este perfil,
constatan que la mayoría (el 71 % de fumadores y 82 % de exfumadores)
considera que los cigarrillos electrónicos pueden influir en que los jóvenes comiencen a fumar.
La
doctora Arantza Mendiguren, coordinadora de la "semana sin humo",
también es de la misma opinión ya que entiende que los adolescentes y
menores pueden sentirse atraídos por tratarse de dispositivos muy
modernos en sus diseños, pero también por los edulcorantes que
incorporan que pueden avainillar el sabor.
Por ello, ha pedido que
se regule el uso de los edulcorantes que contienen, al igual que se
hace con los del tabaco, para evitar el inicio del consumo en los más
jóvenes.
Pero además también ha advertido de los peligros que
suponen para los niños, precisamente por el diseño de estos productos,
que puede invitarles a que los desmonten y a ingerir su contenido, como
lo hicieron 29 menores en Estados Unidos, que tuvieron que ser ingresados por intoxicación.
La
semFYC pide que estos dispositivos se regulen igual que el tabaco, que
se prohíba su publicidad y que no sea equiparado con un producto médico,
más, dice la vicepresidenta de la sociedad, la doctora María Fernández,
cuando "desconocemos qué sustancias contienen".
Mendiguren ha
criticado que estos productos se estén vendiendo como un método de
deshabituación del tabaco, cuando no están avalados para esta finalidad
por ningún estudio científico.
"El paciente fuma y consume el
cigarrillo eléctrico", ha asegurado la doctora, quien ha argumentado que
el 45 % de los 180 fumadores que han sido encuestados y consumían
cigarrillos electrónicos lo hacían de forma dual, con lo que no lo utilizaban para dejar de fumar.
Vía: http://www.laopiniondezamora.es/vida-y-estilo/salud/2014/05/21/90-espanoles-prohibiria-cigarrillo-electronico/762653.html
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