Hasta cierto punto era previsible. En las escenas de acción límite de
una película, o cuando de repente aparece el monstruo dándonos un susto,
casi cualquier espectador siente más excitación nerviosa que en las
escenas plácidas de la misma película. La familia entera ante la
pantalla de un televisor puede reaccionar al unísono ante ciertas
escenas de la película que todos están viendo. Ahora se ha comprobado el
alcance de este fenómeno en su vertiente colectiva, y el resultado es
inequívoco: Cuando vemos una película, nuestro cerebro reacciona
inmediatamente a ella en un modo similar a como lo hacen los cerebros de
otras personas que estén mirándola al mismo tiempo.
Esto se ha
verificado detalladamente en un singular experimento llevado a cabo por
el equipo de la investigadora Kaisu Lankinen, de la Universidad de Aalto
en Finlandia. Este grupo ha logrado desarrollar un método lo bastante
rápido como para observar los cambios inmediatos en señales complejas
del cerebro cuando la persona está viendo una película.
Mediante
el empleo de películas, fue posible investigar la actividad del cerebro
humano en condiciones experimentales cercanas a la situación natural.
Tradicionalmente, para investigaciones en neurociencias se ha venido
recurriendo a estímulos simples como las fotografías.
Ver una película crea cambios de niveles múltiples en funciones
cerebrales. A pesar de la complejidad de los estímulos, los patrones de
actividad cerebral provocados muestran notables similitudes entre
diferentes personas, incluso en escalas de tiempo del orden de las
fracciones de segundo.
El análisis reveló similitudes importantes entre señales
cerebrales de diferentes personas mientras veían las mismas películas.
Estos patrones similares, en definitiva señales sincronizadas, se
detectaron en áreas cerebrales que están relacionadas con la fase más
temprana del procesamiento de estímulos visuales, la detección de
movimiento y de personas, la coordinación motora y funciones cognitivas.
Los resultados implican que el contenido de la película influye sobre
ciertas funciones del cerebro de los sujetos de una manera similar.
Hasta
el momento, los estudios en este campo habían estado basados
principalmente en resonancia magnética funcional por imágenes (fMRI).
Sin embargo, dada su resolución temporal superior, en el orden de los
milisegundos, la magnetoencefalografía es capaz de proporcionar la
imagen más completa y rápida de los procesos cerebrales. Con la ayuda de
la magnetoencefalografía y nuevos métodos de análisis, la investigación
de procesos cerebrales muy rápidos es posible, y permite la detección
de la actividad cerebral en frecuencias más altas que antes.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/10487/las_peliculas_sincronizan_los_cerebros_de_los_espectadores/
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