En la Tierra, las explosiones volcánicas como la que sacudió al Monte
Santa Helena suceden porque el interior de nuestro planeta es rico en
sustancias volátiles como el agua, el dióxido de carbono y otros
compuestos con un punto de ebullición relativamente bajo. A medida que
la lava se eleva desde las profundidades hacia la superficie, los
compuestos volátiles disueltos en su interior cambian de su fase líquida
a la de gas, expandiéndose en el proceso. La presión de esa expansión
puede causar que la corteza por encima de la masa ascendente de lava
estalle como un globo sobreinflado.
Siempre se pensó que Mercurio
era completamente seco en cuanto a sus sustancias volátiles, y sin
compuestos de esta clase no puede haber vulcanismo explosivo. Sin
embargo, este punto de vista comenzó a cambiar en 2008, después de que
la sonda espacial MESSENGER de la NASA efectuó sus primeros sobrevuelos
de Mercurio. Las observaciones que la nave hizo de la superficie
revelaron la presencia de depósitos de ceniza piroclástica esparcidos
por la superficie del planeta. Dichos depósitos son señales delatadoras
de explosiones volcánicas. El hallazgo aportó pues una pista sólida de
que, en algún punto de su historia, el interior de Mercurio no estuvo
tan carente de compuestos volátiles como se había asumido.
Lo que
no ha estado claro desde esos sobrevuelos iniciales es el período
durante el cual tuvieron lugar esas explosiones volcánicas. ¿Los
compuestos volátiles de Mercurio escaparon en una ráfaga de explosiones
en la historia temprana del planeta? ¿O Mercurio mantuvo una gran parte
de sus compuestos volátiles durante un largo período?
La investigación realizada por el equipo de Tim Goudge, del Departamento
de Ciencias Geológicas de la Universidad Brown en Providence, Rhode
Island, Estados Unidos, sugiere la última posibilidad.
Goudge y
sus colaboradores han determinado que algunos depósitos piroclásticos
están en cráteres que datan de hace entre 3.500 y 1.000 millones de
años. El hallazgo ayuda a descartar la posibilidad de que toda la
actividad piroclástica hubiera ocurrido poco después de la formación de
Mercurio hace alrededor de 4.500 millones de años. Por tanto, todo
apunta a que Mercurio no perdió toda su materia volátil poco después de
su formación como planeta, sino que conservó una parte significativa
hasta bastante tiempo después.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/10373/materiales_volatiles_y_vulcanismo_en_mercurio_durante_una_larga_epoca_de_su_historia/
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