Los investigadores dicen que el animal, que pertenecía a la misma
familia de los dinosaurios como el Tyrannosaurus rex, era un carnívoro
temible que vivió en Asia durante el período cretáceo tardío. El antiguo
depredador recién descubierto era muy diferente de la mayoría de los
tiranosaurios.
Tenía un cráneo alargado y largos dientes estrechos en
comparación con las mandíbulas más profundas y poderosas, y de dientes
gruesos de un T. rex convencional. Los paleontólogos no estaban seguros
de la existencia de los tiranosaurios de hocico largo hasta que los
restos del dinosaurio- llamado Qianzhousaurus sinensis- fueron
desenterrados en el sur de China.
Hasta ahora, sólo se habían encontrado dos tiranosaurios fosilizados con cabezas alargadas,
pero eran de corta edad. No estaba claro si se trataba de una nueva
clase de dinosaurio o si estaban en una etapa temprana de crecimiento, y
podrían haber pasado a desarrollar cráneos más robustos.
El nuevo espécimen, descrito por científicos de la Academia
China de Ciencias Geológicas y la Universidad de Edimburgo, es de un
animal cercano a la edad adulta. Se encontró en gran parte intacto y muy
bien conservado, lo que confirma la existencia de especies de
tiranosaurio con hocicos largos.
Los expertos dicen que Qianzhousaurus sinensis vivió junto a
los tiranosaurios de hocico profundo, pero no habrían sido competencia
directa con ellos, ya que eran más grandes y probablemente cazaban
presas diferentes.
Vía: http://ecodiario.eleconomista.es/ciencia/noticias/5761710/05/14/Encuentran-a-Pinocho-rex-el-primo-perdido-del-gran-Tyrannosaurus.html#.Kku8ZhwBjtfev2l
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