Se sabe que los vuelos espaciales afectan a la respuesta inmunitaria,
pero aún es poco lo que se ha conseguido investigar en este campo,
debido a que la Era Espacial solo comenzó en 1957 y a que las estancias
de los astronautas en el espacio no suelen ser muy largas.
Las
moscas Drosophila comparten muchos fundamentos de su sistema inmunitario
con mamíferos como ratones y humanos, por lo que investigar cómo cambia
su sistema inmunitario durante un viaje espacial que para ellas, debido
a su corta vida, abarca buena parte de ella, es útil para aventurar qué
puede sucederle al sistema inmunitario de seres humanos que pasen
muchos años en el espacio, o que incluso nazcan y se críen en él.
El
equipo de Deborah Kimbrell, de la Universidad de California en Davis,
Estados Unidos, envió huevos de mosca al espacio. Allí nacieron y
crecieron. El viaje espacial duró 12 días, mientras que a las moscas les
tomó 10 días llegar a la adultez. Después del regreso de las moscas a
la Tierra, Kimbrell y sus colegas probaron la reacción de estos insectos
a dos infecciones diferentes: una provocada por un hongo, y otra
provocada por una bacteria. Las moscas cuentan con un mecanismo
defensivo distinto para cada una de estas clases de infección. Ambos
mecanismos tienen homólogos en el Ser Humano.
Estos experimentos
han demostrado que la respuesta a la infección bacteriana fue robusta,
mientras que la reacción defensiva a la infección fúngica fue inoperante
en las moscas criadas en el espacio.
Nacer y criarse en la ingravidez o microgravedad del espacio tuvo pues
un efecto nocivo en algunos componentes del sistema inmunitario de estas
moscas.
El equipo espera llevar a cabo investigaciones futuras con moscas en la Estación Espacial Internacional.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/9590/debilidad_inmunitaria_frente_a_hongos_por_nacer_y_criarse_en_el_espacio/
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