Se ha descubierto que las grajillas y presumiblemente otras aves se
valen de su mirada para disuadir a congéneres suyos de intentar ocupar
el mismo espacio que ya han acondicionado como nido.
En algunos aspectos, este fenómeno es el primero de su tipo que se verifica en animales no primates.
Los ojos de la grajilla son muy poco usuales. A diferencia de sus parientes evolutivos más cercanos, que tienen ojos muy oscuros, los ojos de la grajilla son muy claros y destacan mucho frente al resto de su cuerpo, de plumaje oscuro. La mayor parte de los pájaros tienen ojos negros o marrón oscuro. De todos modos, algunas especies tienen ojos claros; por ejemplo, alrededor del 10 por ciento de los pájaros paseriformes tienen iris de colores que no son el negro ni el marrón oscuro.
El nuevo estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Cambridge y la de Exeter, ambas en el Reino Unido, muestra que los ojos de la grajilla se emplean como señal de aviso para disuadir con éxito a los competidores de acercarse a sus nidos.
En algunos aspectos, este fenómeno es el primero de su tipo que se verifica en animales no primates.
Los ojos de la grajilla son muy poco usuales. A diferencia de sus parientes evolutivos más cercanos, que tienen ojos muy oscuros, los ojos de la grajilla son muy claros y destacan mucho frente al resto de su cuerpo, de plumaje oscuro. La mayor parte de los pájaros tienen ojos negros o marrón oscuro. De todos modos, algunas especies tienen ojos claros; por ejemplo, alrededor del 10 por ciento de los pájaros paseriformes tienen iris de colores que no son el negro ni el marrón oscuro.
El nuevo estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Cambridge y la de Exeter, ambas en el Reino Unido, muestra que los ojos de la grajilla se emplean como señal de aviso para disuadir con éxito a los competidores de acercarse a sus nidos.
La grajilla establece sus nidos en las cavidades de los árboles. Tales
huecos son naturales, ya que estos pájaros no pueden excavar sus propias
cavidades como hacen algunos pájaros carpinteros, de manera que tienen
que competir por un recurso limitado. Y dado que las grajillas anidan
unas muy cerca de otras, pelean mucho para ganar los mejores lugares. A
menudo lo que inicia estas peleas son grajillas que se acercan a
cavidades ya usadas como nido por otros congéneres. La mirada penetrante
de una grajilla desde uno de estos nidos es una señal clara de amenaza
para un intruso de la misma especie, y puede disuadirle de seguir
rondando por ahí, tal como ha constatado en el nuevo estudio el equipo
de Gabrielle Davidson, de la Universidad de Cambridge.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/9661/las_miradas_disuasorias_de_ciertos_pajaros/
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/9661/las_miradas_disuasorias_de_ciertos_pajaros/
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