El Antechinus de cola negra es una nueva especie del género Antechinus
que ha sido descubierta por el equipo de Andrew Baker, de la Universidad
Tecnológica de Queensland, en Australia.
El marsupial fue hallado en una zona alta de un parque nacional australiano declarado Patrimonio de la Humanidad.
Es
la tercera nueva especie del género Antechinus que el equipo de
investigación de Andrew Baker ha descubierto en los dos últimos años,
todas en el sudoeste de Queensland.
Desde la primera observación
de esta criatura, los científicos sospecharon que se trataba de una
especie distinta. Un rasgo delatador fue el de unas características
marcas amarillo-naranjas alrededor de sus ojos y en su grupa. También lo
fueron su cola negra así como sus patas.
Igual que sucede con otras especies raras, todo apunta a que ésta se halla en peligro de extinción.
Los
machos y hembras de Antechinus son altamente promiscuos; los machos se
aparean durante largos períodos de tiempo con muchas hembras, en lo que
evolutivamente constituye un mecanismo para promover al máximo sus genes
propios.
Durante el apareamiento, los niveles de hormona del estrés se elevan de
forma dramática, ocasionando que los cuerpos de los machos se consuman
al cabo de no mucho tiempo. Todos mueren antes de que sus crías nazcan.
Los
nuevos descubrimientos de mamíferos son escasos, ocurriendo
habitualmente sólo en muy pocas ocasiones al año en todo el mundo.
Baker cree que el Antechinus de cola negra no será probablemente
la última criatura en ser descubierta en el Parque Nacional de
Springbrook.
La selva del Parque Nacional de Springbrook, donde
ha sido descubierto el marsupial, es en muchos aspectos una reliquia de
las selvas del antiguo continente Gondwana. Las selvas cubrían en su
momento la mayor parte del antiguo supercontinente sureño de Gondwana, y
siguen siendo el tipo más antiguo de vegetación en Australia. La selva
del Parque Nacional de Springbrook proporciona una interesante conexión
viva con la evolución de Australia. Pocos lugares de la Tierra contienen
tantas plantas y animales que permanecen sin apenas cambios desde sus
ancestros en el registro fósil. Aquí se encuentran algunos de los más
viejos helechos y coníferas del mundo, y en este lugar hay una
concentración notable de familias de plantas primitivas conectadas
directamente con el nacimiento y la expansión de las plantas con flores
hace unos 100 millones de años.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/9668/nueva_especie_de_marsupiales_en_los_que_el_macho_suele_morir_poco_despues_de_aparearse/
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