Las enfermedades autoinmunes sistémicas (EAS) son
un conjunto de afecciones reumáticas de origen aún desconocido en las
cuales el sistema inmunitario agrede al propio organismo del paciente.
El estrés, el embarazo y puerperio (las 6-8 semanas tras el parto), la
exposición solar o ciertas infecciones víricas pueden ser factores
causantes o desencadenantes de estas.
Según la doctora Paloma Vela, reumatóloga del
Hospital General Universitario de Alicante y profesora asociada del
Dpto. de Medicina de la Universidad Miguel Hernández de Elche, se estima
que uno de cada cuatro adultos (mayores de 20 años) en España padece
algún tipo de enfermedad reumática: «Teniendo en cuenta que en torno al 5
por ciento de estas patologías son de carácter autoinmune, podría haber
en torno a medio millón de afectados por EAS en este país».
Entre las enfermedades autoinmunes sistémicas, las
más habituales son el lupus eritematoso sistémico (LES), el síndrome de
Sjögren, la esclerodermia, las miopatías inflamatorias, las vasculitis y
el síndrome antifosfolipídico. En ellas, se ha demostrado que los
factores genéticos tienen una gran importancia, aunque puede haber otros
que influyen como hormonales, ambientales o infecciosos, según el
doctor Eliseo Pascual, jefe de Sección de Reumatología del Hospital
General Universitario de Alicante.
Sobre estas y sobre su futuro debatirán más de 300
especialistas mañana sábado en Alicante, dentro del marco del IV
Simposio de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas.
Diagnóstico y tratamiento de EAS
El diagnóstico de estas enfermedades se basa en la
combinación de datos clínicos y pruebas de laboratorio que pueden
llegar a ser enormemente específicas de alguna enfermedad concreta. «Han
aparecido nuevos anticuerpos que facilitan la detección de algunos
procesos, así como mejoras en técnicas diagnósticas como la
capilaroscopia o un mejor conocimiento de técnicas de imagen
(radiografías, ecografías, escáner), por ejemplo, que facilitan el
diagnóstico de algunas vasculitis», afirma la doctora Vela.
Por otra parte, respecto al tratamiento, los
últimos años han sido especialmente «interesantes» en cuanto a la
aparición de nuevos fármacos de «enorme utilidad en el manejo de estas
patologías», por ejemplo en lupus, así como la aplicación de nuevos
protocolos más seguros y eficaces para tratar las vasculitis, según la
experta..
En cuanto a su pronóstico, la doctora Vela afirma
que «es muy variable en función del diagnóstico concreto y la gravedad
de la enfermedad, pero globalmente ha mejorado en los últimos años
gracias a un seguimiento más estrecho en las consultas de Reumatología,
un mejor conocimiento de las posibles complicaciones (incluyendo las
infecciones y los factores de riesgo cardiovascular) y una mejor
utilización de los recursos terapéuticos».
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