El Sistema Nacional de Salud ha autorizado el uso de un fármaco
biológico para tratar las pacientes con cáncer de ovario avanzado. Se
trata de Bevacizumab (Avastin, nombre comercial de Roche), una terapia
angiogénica ya aprobada en cáncer colorrectal, de mama, de pulmón y de
riñón, que frena la vascularización del tejido tumoral porque bloquea un
factor clave en este proceso.
La angiogénesis induce la creación de nuevos vasos sanguíneos que favorecen el crecimiento tumoral.
Cuando el tamaño del cáncer supera el milímetro necesita desarrollar su
propia red de vasos que le aporten los nutrientes necesarios.
Según portavoces de Roche, que hoy han presentado este uso del
fármaco en rueda de prensa, España se diagnostican alrededor de 3.000
nuevos casos de cáncer de ovario cada año. En el 75% de los casos se
detecta cuando la enfermedad ya se encuentra en fase avanzada. Esto se
debe a que no existe un sistema de cribado eficaz y rentable.
Tres años más tarde que en Europa
La
autorización de este tratamiento por el Ministerio de Sanidad llega
tres años más tarde que en Europa, donde fue aprobado por la Agencia
Europea del Medicamento en diciembre de 2011. El visto bueno de las
autoridades nacionales y europeas viene avalado por los resultados de
dos ensayos clínicos de fase III llamados GOG0218 e ICON7,
estadounidense y europeo respectivamente.
"En las pacientes en fases más avanzada del tumor, el tratamiento
aumenta entre cinco y seis meses el tiempo durante el que controlamos la
enfermedad", ha señalado en rueda de prensa Antonio González, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO).
GEICO tuvo una participación activa en el ensayo ICON7, realizado por
una red de investigadores del Grupo Internacional de Cáncer
Ginecológico (GCIG) del que el grupo español forma parte y que incluyó a
más de 1.500 pacientes con cáncer de ovario epitelial que no habían
recibido tratamiento previo.
"La pieza clave continúa siendo la cirugía, cuya realización por
parte de especialistas en el tumor resulta esencial", indica González.
"Una quimioterapia buena no arregla una mala cirugía", ha añadido Andrés
Poveda, Director del Área Clínica de Oncología Ginecológica del
Instituto Valenciano de Oncología (IVO).
Los resultados de estos trabajos mostraron que utilizar el
antiangiogénico Bevacizumab y quimioterapia en primera línea, y después
mantener el tratamiento solo con el antiangiogénico consigue aumentar la
supervivencia libre de progresión (tiempo transcurrido durante y
después del tratamiento en el que el cáncer no crece ni se disemina aún
más) frente al uso en solitario de la quimioterapia.
Ambos especialistas coinciden en destacar que el perfil de la
paciente más beneficiada por la incorporación de Bevacizumab, en la que
disminuye un 22% la mortalidad, es la que no ha recibido tratamiento
previo y con la enfermedad en estadios más avanzados, en fase III o IV,
que no han tenido una cirugía adecuada.
Vía: ://ecodiario.eleconomista.es/ciencia/noticias/5636742/03/14/Aprueban-la-primera-terapia-biologica-contra-el-cancer-de-ovario-avanzado.html#.Kku85E7lijrMQiX
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