Un adolescente noruego ha sufrido un colapso que lo ha dejado en coma después de tomar cuatro listros de bebidas energéticas para poder aguantar 16 horas jugando. El joven ya ha pasado 13 días en el hospital y está siendo medicado para controlar su alta presión arterial.
Henrik Eide Dahl, de tan solo catorce años, estaba participando en una LAN Party en la cafetería de su instituto y sus riñones fallaron mientras jugaba al famoso videojuego Call of Duty. «Todo se volvió oscuro y me desmayé», ha explicado Dahl al diario local en Lillehammer.
Dahl había tomado cuatro litros de bebidas energéticas para soportar la sesión;
una cantidad que excede ampliamente la recomendación de consumo máximo
de los fabricantes y que irremediablemente acabó por provocar que el
estudiante cayera en coma.
El adolescente fue trasladado al hospital, donde
su condición empeoró y se le mantuvo con vida mediante respiración
artificial y goteo. «Cuando me desperté estaba aterrorizado. Lo primero
que recuerdo del hospital es que mis hermanos estaban sentados al borde
de la cama llorando», ha contado el estudiante.
Una de los doctores que lo trató, Anne Kathrine
Duns, ha explicado que la conducta de Dahl puso severamente en riesgo su
vida, ya que afectó al sistema central nervioso, sistema cardiovascular, pulmones y riñones. «De momento lo atribuimos al consumo de grandes cantidades de bebida energética», ha informado la doctora.
Los médicos han explicado que hay sustancias en
las bebidas energéticas como cafeína, aminoácidos y endulzantes
artificiales, que combinadas han podido provocar esa reacción en el
cuerpo de Dahl. Se espera que el estudiante se recupere.
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