El hospital Clínic de Barcelona
ha implantado a cuatro pacientes un marcapasos sin cables de 24
milímetros. Lo ha hecho en el marco de un ensayo en fase inicial con
otros nueve hospitales de todo el mundo, en la cual se implantará el
dispositivo a un total de 60 pacientes. Se trata de un marcapasos
innovador, el más pequeño diseñado, que se introduce mediante catéter a
través de la vena femoral y no necesita de intervención quirúrgica.
“Esto es el futuro”, ha ilustrado en la presentación del dispositivo Josep Brugada, director médico del hospital Clínic. Los marcapasos que se utilizan en la actualidad tienen dos componentes: una batería subcutánea y un cable que transmite el impulso eléctrico hasta el corazón. Su implantación requiere cirugía, puesto que hay que realizar una incisión en el tórax e introducir el cable hasta el corazón a través de una vena –generalmente la subclavia–. Este nuevo dispositivo no lleva cables y se implanta con una punción. Una vez colocado, queda enganchado a la pared del ventrículo derecho mediante un sistema de fijación de cuatro patas flexibles. El marcapasos manda impulsos eléctricos a través de un electrodo.
“Me encuentro muy bien”, ha relatado Ramon Grau, de 73 años, uno de los pacientes a los que han implantado el nuevo dispositivo. Como el resto de pacientes que han recibido el marcapasos sufría bradicardia, una condición caracterizada por un ritmo cardiaco lento o irregular a los que se indica el marcapasos de forma preventiva. “Desde que lo llevo ando más tranquilo”, ha relatado Grau, que tiene antecedentes familiares de problemas cardiacos.
El nuevo dispositivo, desarrollado por la empresa Medtronic, reduce los riesgos de infección y las necesidades asistenciales, ya que no es necesario un quirófano para su implante sino que podría instalarse en las áreas de hemodinámica de los hospitales. “Es un salto tecnológico muy importante”, ha destacado Lluis Mont, jefe de Arritmias del hospital. Los médicos han explicado que el dispositivo está en fase inicial, en la que se debe probar su buen funcionamiento. De momento el dispositivo solo permite estimular una de las cámaras del corazón y solo se implantará en pacientes con ritmo cardiaco lento o irregular, pero cuya vida no depende del dispositivo. La fase de prueba durará entre dos o tres años.
El marcapasos –del tamaño de una moneda de un euro– se implantó por primera vez a un paciente austríaco después de probarse en animales. En Europa, lo han utilizado otros cinco hospitales, además del Clínic. En la fase dos, se implantará a 300 pacientes de todo el mundo. La tasa de implante de marcapasos en España es de 500 por cada millón de habitantes.
Vía: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/18/actualidad/1395149219_979999.html
“Esto es el futuro”, ha ilustrado en la presentación del dispositivo Josep Brugada, director médico del hospital Clínic. Los marcapasos que se utilizan en la actualidad tienen dos componentes: una batería subcutánea y un cable que transmite el impulso eléctrico hasta el corazón. Su implantación requiere cirugía, puesto que hay que realizar una incisión en el tórax e introducir el cable hasta el corazón a través de una vena –generalmente la subclavia–. Este nuevo dispositivo no lleva cables y se implanta con una punción. Una vez colocado, queda enganchado a la pared del ventrículo derecho mediante un sistema de fijación de cuatro patas flexibles. El marcapasos manda impulsos eléctricos a través de un electrodo.
“Me encuentro muy bien”, ha relatado Ramon Grau, de 73 años, uno de los pacientes a los que han implantado el nuevo dispositivo. Como el resto de pacientes que han recibido el marcapasos sufría bradicardia, una condición caracterizada por un ritmo cardiaco lento o irregular a los que se indica el marcapasos de forma preventiva. “Desde que lo llevo ando más tranquilo”, ha relatado Grau, que tiene antecedentes familiares de problemas cardiacos.
El nuevo dispositivo, desarrollado por la empresa Medtronic, reduce los riesgos de infección y las necesidades asistenciales, ya que no es necesario un quirófano para su implante sino que podría instalarse en las áreas de hemodinámica de los hospitales. “Es un salto tecnológico muy importante”, ha destacado Lluis Mont, jefe de Arritmias del hospital. Los médicos han explicado que el dispositivo está en fase inicial, en la que se debe probar su buen funcionamiento. De momento el dispositivo solo permite estimular una de las cámaras del corazón y solo se implantará en pacientes con ritmo cardiaco lento o irregular, pero cuya vida no depende del dispositivo. La fase de prueba durará entre dos o tres años.
El marcapasos –del tamaño de una moneda de un euro– se implantó por primera vez a un paciente austríaco después de probarse en animales. En Europa, lo han utilizado otros cinco hospitales, además del Clínic. En la fase dos, se implantará a 300 pacientes de todo el mundo. La tasa de implante de marcapasos en España es de 500 por cada millón de habitantes.
Vía: http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/18/actualidad/1395149219_979999.html
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