Cada 15 minutos de retraso en la administración de un medicamento
anticoagulante tras un accidente cerebrovascular roba a los supervivientes alrededor de un mes de vida
sin discapacidad, según calcula un nuevo estudio que se publica en la
revista 'Stroke: Journal of the American Heart Association'. Por otro
lado, adelantar un minuto la dispensación del tratamiento significa
otros 1,8 días de vida saludable.
"El mensaje de nuestro estudio es: 'ahorrar
un minuto, ganar un día", explica el profesor asociado de Neurología en
la Universidad de Melbourne, en Australia, Atte Meretoja, uno de los
autores de este estudio, que examinó cómo incluso pequeñas reducciones
en los retrasos del tratamiento podrían beneficiar a los pacientes en el
largo plazo.
Se debe administrar un fármaco activador tisular del plasminógeno para disolver coágulos a la hora de tratar
el accidente cerebrovascular dentro de las 4,5 horas posteriores al
inicio de los síntomas, pero cuanto antes se dispense, mejor será el
resultado. "El tratamiento anticoágulo funciona igual de bien,
independientemente de la raza, el origen étnico o el género -subraya
Meretoja--. La velocidad de restauración del flujo sanguíneo al cerebro
es crucial para la supervivencia de las células cerebrales en todas
partes".
Los servicios de atención de los derrames cerebrales más rápidos
del mundo, en Helsinki, Finlandia y Melbourne, Australia, tardan un
promedio de 20 minutos desde la llegada al hospital hasta el inicio del
tratamiento, según Meretoja. Por el contrario, la mayoría de los centros
estadounidenses, australianos y europeos tardan entre 70 y 80 minutos
en administrar el fármaco.
Meretoja y sus colegas usaron evidencia de los principales estudios combinados sobre
disolución de coágulos existentes hasta la fecha y aplicaron esa
información a 2.258 pacientes con consecutivos ictus de Australia y
Finlandia para calcular cuáles habrían sido los resultados de estas
personas si hubieran sido tratadas más rápida o más lentamente.
Por cada minuto que se podía haber administrado antes el tratamiento,
los pacientes obtuvieron un promedio de 1,8 días de vida saludable
extra. Aunque todos los pacientes se beneficiaron de un tratamiento más
rápido, los más jóvenes con una esperanza de vida más larga ganaron un
poco más que los pacientes de más edad.
"En el
tratamiento del accidente cerebrovascular, cada minuto que se ahorre da
a los pacientes días de vida saludable", insiste Meretoja. Por ello,
aconseja a los pacientes que no esperen ni un minuto a los signos de
accidente cerebrovascular (cara caída, debilidad en los brazos o
trastornos del habla), sino que pidan ayuda inmediatamente.
"Además, la mayoría de los servicios médicos de emergencia y los
hospitales tienen la capacidad de reducir significativamente los
retrasos en la respuesta y el tratamiento retrasos", asegura este
investigador.
Vía: http://www.que.es/zamora/201403141714-retraso-terapia-tras-ictus-resta.html
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