Un inesperado hallazgo revela que un proceso regulatorio que activa la
fotosíntesis en plantas al amanecer probablemente surgió en antiguos
microbios hace 2.500 millones de años, mucho antes de que el oxígeno
llegara a estar disponible para la vida de la Tierra.
Este sorprendente descubrimiento abre nuevas áreas a investigar en campos como la biología evolutiva y la microbiología.
La
investigación se ha centrado en
arqueas productoras de metano (metanógenas) que viven en zonas
naturales carentes de oxígeno. El metano es el principal componente del
gas natural, así como un potente gas de efecto invernadero, por lo que
esta línea de investigación puede revelar datos de interés para campos
científicos muy diversos y del máximo interés practico en la actualidad.
Los
microorganismos metanógenos desempeñan un papel fundamental en la
naturaleza, sobre todo en el ciclo del carbono. Cuando las plantas
mueren, parte de su biomasa queda atrapada en sitios que carecen de
oxígeno, como por ejemplo el fondo de lagos.
Los metanógenos son
de importancia crítica en la generación de metano a partir de residuos
biológicos. Otros organismos convierten metano en dióxido de carbono, el
cual puede ser utilizado por las plantas.
Este proceso natural
para la producción de metano constituye una base común para el
tratamiento de residuos municipales e industriales. Es una forma
beneficiosa de procesar residuos, ya que reduce la contaminación y
produce metano que puede ser atrapado y usado como combustible. El mismo
proceso permite la producción de gas natural a partir de residuos
agrícolas, un recurso renovable.
Los microorganismos metanógenos también desempeñan un papel importante
en la agricultura y la salud humana. Esos microbios viven en el sistema
digestivo de animales bovinos y ovinos, donde facilitan la digestión de
los alimentos que estas bestias comen. Hay proyectos en marcha
destinados a intentar controlar del mejor modo posible para la industria
cárnica a los metanógenos con el fin de que mejoren en los animales
citados la utilización del alimento y se incremente la producción de
carne y leche.
Los microorganismos metanógenos intervienen además
en la nutrición humana. Los organismos de este tipo que viven en el
intestino grueso, refuerzan allí la descomposición de la comida. Algunos
científicos creen que la restricción de la actividad de los metanógenos
intestinales podría ayudar a aliviar la obesidad.
Para su estudio, el equipo investigó un antiguo tipo de
microorganismo metanógeno, el Methanocaldococcus jannaschii, que vive
cerca de fumarolas hidrotermales del fondo del mar o lugares similares,
donde las condiciones ambientales se parecen mucho a las que existían en
la Tierra primitiva. Los investigadores encontraron que una proteína,
la tiorredoxina, que ejerce un importante papel en la fotosíntesis
contemporánea, es también capaz de reparar muchas de las proteínas del
organismo dañadas por el oxígeno.
Dado que los microorganismos
metanógenos se desarrollaron antes de la aparición del oxígeno en la
biosfera de la Tierra, esa doble utilidad de la tiorredoxina, así como
otros indicios, sugieren la posibilidad de que una regulación del
metabolismo mediante la tiorredoxina pudo entrar en escena para ayudar a
la vida anaeróbica mucho antes de la oxigenación de la biosfera.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/9788/un_mecanismo_vital_para_la_fotosintesis_surgio_antes_de_la_oxigenacion_de_la_tierra/
No hay comentarios:
Publicar un comentario