El agujero en la capa de ozono no se ha cerrado, y sigue
preocupando a la comunidad científica. Un equipo de investigadores
británicos acaba de identificar cuatro nuevos gases que contribuyen al
deterioro de este escudo protector en la atmósfera de la Tierra, si bien
desconocen su origen y piden más investigaciones.
Los expertos de la Universidad inglesa de East Anglia han trabajado a
partir de diversos análisis del aire, algunos tomados en los pasados
años setenta, y han descubierto las nuevas sustancias, cuya acumulación es motivo de preocupación, según destacan en un artículo publicado en el último número de Nature Geoscience.
La capa de ozono, que se encuentra a unos treinta kilómetros por encima de la superficie de la tierra, tiene una labor crucial a la hora de filtrar los rayos ultravioletas, que pueden causar cáncer en las personas y problemas de reproducción en los animales.
Científicos del British Antartic Survey, en la ciudad inglesa de Cambridge, descubrieron en 1985 un agujero en la capa de ozono de la Antártida, lo que motivó que en 1987 se restringieran -con la firma del protocolo de Montreal- las sustancias que lo producían.
Por entonces, los expertos habían identificado la producción de clorofluorocarbonos (CFC) como destructores de la capa de ozono.
Estos CFC, que tienen una capacidad de supervivencia de entre 50 y 100 años, fueron inventados en los años veinte del siglo pasado y fueron utilizados ampliamente en aerosoles y refrigeración.
Sin embargo, los últimos estudios apuntan a nuevos gases que no
fueron detectados antes de los pasados años sesenta y sugieren que son producidos por el hombre, según ha declarado el investigador jefe de este estudio, Johnannes Laube.
Estos cuatro nuevos gases entran en la atmósfera desde fuentes aún no
identificadas, si bien tres de ellos tienen la composición del CFC y el
otro es hidroclorofluorocarbono (HCFC).
Vía: ://www.elmundo.es/ciencia/2014/03/10/531dc6b4e2704efe258b4574.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario