Siempre que hay una herida se recurre a unas bandas que la protegen,
pero ahora se plantea la posibilidad de hacer una película que acelere
el proceso de cicatrización, disminuya el dolor y el sangrado del
paciente.
Asimismo, este dispositivo está pensado para proteger
el ambiente, ya que luego de ser utilizado, su degradación es completa
gracias a sus componentes biodegradables.
La película está hecha
con una base polimérica de quitosán, que se obtiene a partir de la
quinina, un alcaloide que hace parte de estructuras de algunos seres
vivos como artrópodos, moluscos y hongos. Dentro de sus propiedades está
la absorción y la actividad antimicrobiana, antioxidante y hemostática
(que detiene el flujo de sangre).
El otro compuesto polimérico es
el pullulán, producido aeróbicamente por cultivos de levaduras y
caracterizado por sus excelentes propiedades adhesivas cuando está seco.
Igualmente, es una buena barrera de protección contra el oxígeno.
Después
de estar puesta en la piel, la película se biodegrada en función del
tiempo, pero a su vez concentra el fármaco que cumple con la labor
terapéutica.
“También se trabaja sobre películas con base de yodo, que es un
desinfectante, o con unas películas mucoadhesivas que tienen la
capacidad de pegarse sobre una mucosa como la de la boca para tratar la
gingivitis”, explica el profesor Jesús Barbosa del departamento de
Farmacia de la Universidad Nacional de Colombia.
Aunque en este momento se ensaya con ratones, también se probará
con humanos de una forma muy sencilla, pues se acudirá a personas que
deben hacerse la prueba de la glucosa y pincharse un dedo; allí se
pondrá la película y se determinará el tiempo de coagulación.
La
película cuenta con 1,5 milímetros de espesor y puede adaptarse en
varios tamaños. En este momento se hacen pruebas de resistencia con un
aparato que estira la banda para medir su fuerza.
El agua cumple
la función de ayudar a adherir la biopelícula a la piel y, al mismo
tiempo, degradarla para que desaparezca poco a poco y el paciente no
tenga necesidad de quitársela.
Los sitios más comunes donde se
presentan heridas son la cabeza, el cuello (50%) y los dedos de las
manos (35%). Las zonas bien irrigadas como la cabeza y el cuello se
curan más rápido que otras zonas como el abdomen o la espalda.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/9793/tiritas_biodegradables_y_mas_efectivas_para_el_dolor/
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