Un equipo internacional de investigadores ha
comenzado a conectar la genética con rasgos faciales, grados de
feminidad y la mezcla racial mediante un modelo en 3-D. "Al modelar
conjuntamente sexo, ascendencia genómica y genotipo, se pueden descubrir
los efectos independientes de alelos particulares en los rasgos
faciales", informan los científicos en la edición de este jueves de
'Plos Genetics'.
En esencia, al incluir el sexo y la mezcla racial, los investigadores
pueden aprender acerca de cómo ciertos genes y sus variaciones influyen
en la forma de la cara y sus características. "Utilizamos el ADN para
que coincida con una persona o identificar a una persona, pero se puede
conseguir mucho más del ADN --destaca Mark D. Shriver, profesor de
Antropología en la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados
Unidos--. En la actualidad no podemos ir a partir del ADN a una cara o
un rostro, pero debería ser posible".Los investigadores analizaron tanto la forma del rostro físico real como los marcadores genéticos de la forma de la cara y validaron su estudio pidiendo a las personas que vieran las caras y determinaran cuatro cosas: si era cara de hombre o mujer, cómo era de femenina, qué parte de esa persona era de África Occidental y que la ubicara como un individuo negro africano, afroamericano, blanco, europeo, europeo-americano o una mezcla.
Para analizar la forma física de la cara, los investigadores utilizaron poblaciones mixtas de ascendencia africana occidental y europea de Estados Unidos, Brasil y Cabo Verde. Colocaron una cuadrícula en las imágenes en 3-D de los rostros de los sujetos y midieron las coordenadas espaciales de los puntos de la rejilla. A continuación, usaron métodos estadísticos para determinar la relación entre la variación de las caras y los efectos del sexo, la ascendencia genómica y los genes que afectan a la forma de la cabeza y la cara.
Para identificar estos genes, los científicos estudiaron mutaciones genéticas conocidas que causan deformación facial y craneal debido a que estos genes en sus variaciones normales también pueden afectar a la cara y la cabeza. Por ejemplo, un gen afecta a los labios, otro cambia la forma y la configuración de los huesos alrededor de los ojos y otros influyen en la forma de la cara media y el cráneo.
"Probablemente, sólo el 5 por ciento de los genes muestra diferencias entre las poblaciones --subraya Shriver--. Estamos utilizando diferentes poblaciones que han tenido entornos distintos y diversos entornos sociales". De esta forma, estos expertos examinaron la cara, que es la parte más visible de los seres humanos, y vieron que sus características son propensas a estar influenciadas por la selección.
El medio ambiente, las temperaturas locales, las precipitaciones, la altura y otros factores en el entorno pueden también intervenir en ciertos rasgos físicos. La selección sexual, una cierta apariencia reconocida o no por cierto aspecto, puede actuar en otras características faciales. Al mirar a los grupos de ascendencia mixta, los investigadores pueden identificar más fácilmente las diferentes variaciones.
"El medio ambiente y el entorno social son los principales factores que impulsan el cambio en todo un conjunto de genes que conforman cómo es una persona", resume Peter Claes, investigador postdoctoral y experto en investigación sobre morfometría en el Centro de Investigación de Imagen Médica de la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, y primer autor del informe.
Finalmente, los investigadores creen que podrían aproximarse a la imagen de un padre a partir del ADN de los niños o visualizar mejor algunos de los ancestros del 'Homo sapiens' mirando su ADN. A un nivel más práctico, se podría crear una "ficha policial" de ADN para identificar a las víctimas y los delincuentes.
Vía: http://ecodiario.eleconomista.es/salud/noticias/5640413/03/14/Cientificos-relacionan-los-rasgos-faciales-y-el-ADN-mediante-un-modelo-en-3D.html
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