La primera secuenciación del genoma de los restos mortales de un niño de
un año de edad que data del final de la última era glacial, ha dado
pruebas definitivas de que los primeros pobladores de América llegaron
de Asia y no de Europa, y que aquellos primeros pobladores son los
ancestros directos de los nativos americanos contemporáneos.
En
1968 se encontraron los restos óseos de un niño de la Cultura Clovis, en
un rancho privado de la región central de Montana, y junto al
esqueleto, más de 100 objetos, incluyendo puntas de lanza y herramientas
hechas a partir de cornamentas.
Hace algunos años, Michael
Waters, Director del Centro para el Estudio de los Primeros Americanos,
de la Universidad A&M de Texas, en College Station, Estados Unidos,
entró en contacto con el grupo que posee el esqueleto, y solicitó
permiso para realizar análisis genéticos en el mismo.
Estos restos mortales tienen 12.600 años de antigüedad, y son los más antiguos de su tipo que han sido totalmente secuenciados.
El equipo internacional de Waters logró extraer ADN de los huesos (algo
que tiende a resultar más difícil cuanto más antiguos sean los huesos u
otros restos). Tras un largo y minucioso análisis, los investigadores
han determinado que los ancestros de este niño eran originarios de Asia.
Esos colonos, a través de generaciones, emigraron hasta establecerse en
Norteamérica, donde dieron origen a la Cultura Clovis.
Aunque no son los primeros habitantes de América, los Clovis son
la primera cultura prehistórica que alcanzó un alto grado de expansión,
hace unos 13.000 años. La Cultura Clovis se inició como tal al sur de
las grandes capas de hielo que cubrían Canadá en aquella época, y los
fundadores de dicha cultura eran los descendientes directos de los
primeros humanos que llegaron a América, hace unos 15.000 años.
La
información genética extraída del niño clovis, conocido como Anzick-1,
revela una parte fundamental de la historia de la humanidad. Los humanos
anatómicamente modernos se originaron en África y después se propagaron
a Europa, Asia y Australia. América fue el último continente al que
llegó el Ser Humano. En esencia, los datos genéticos de Anzick-1 nos
cuentan un capítulo fascinante de los viajes épicos de nuestra especie
en su expansión por todo el mundo, tal como razona Waters.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/9794/los_primeros_humanos_de_america_vinieron_de_asia_y_no_de_europa/
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