En 2007, científicos del Instituto de Investigación Biomédica (IRB
Barcelona), liderados por Joan Guinovart, apuntaban en un artículo
publicado en Nature Neuroscience que
en la enfermedad de Lafora (LD en inglés), un patología
neurodegenerativa rara y mortal que afecta a adolescentes, las neuronas
morían por la acumulación de glucógeno –cadenas de glucosa–, y que dicha
acumulación podría ser la causa de la enfermedad.
La revolución
del artículo consistió en dos puntos: primero, los investigadores
establecían una posible causa para la LD y, por lo tanto, señalaban una
diana terapéutica plausible, y segundo, descubrían que las neuronas
tienen la capacidad de almacenar glucógeno, cosa que nadie había
observado nunca que pudieran hacer, además de indicar que la acumulación
era tóxica.
Algunos expertos escépticos con el artículo defendían
que los cúmulos de glucógeno no eran la causa de la neurodegeneración,
sino que esta era consecuencia de algún otro desajuste celular más
importante como una desregulación, a la baja, de la autofagia –el
programa de reciclaje y limpieza interior de las células–. El grupo de
Guinovart ha aportado en los últimos tiempos evidencias, en diversos
artículos, de la toxicidad de los cúmulos de glucógeno para los enfermos
de Lafora, y ahora aporta datos irrefutables.
Así, en un artículo publicado a principios de este febrero en Human Molecular Genetics,
con el investigador asociado Jordi Duran como primer autor, los
científicos constatan que en la LD la acumulación de glucógeno es la
causa directa de la muerte de las neuronas y desencadena desajustes
celulares como la disminución de la autofagia y los fallos de sinapsis.
La suma de estas alteraciones provoca la sintomatología que acompaña a
la LD, como las epilepsias iniciales.
Un caballo de Troya para las neuronas
Quedaba
un misterio más profundo por resolver. ¿Era realmente la glucógeno
sintasa un caballo de Troya para las neuronas, como parecía establecer
el trabajo deNature Neuroscience? Es decir, ¿la acumulación de
glucógeno es siempre mortal para las células y por tanto han de tener
silenciado el mecanismo? La pregunta inevitable era, ¿y por qué lo
tienen?
Por su parte, en un artículo publicado hoy en el Journal of Cerebral Blood Flow & Metabolism,
los investigadores aportan las primeras pruebas que determinan que las
neuronas almacenan glucógeno constantemente pero de una forma muy
diferente: acumulan poca cantidad y la deshacen inmediatamente, a una
“velocidad altísima de renovación”.
Los expertos han tenido que
poner a punto nuevas técnicas más sensibles de análisis para confirmar
que tienen la maquinaria de síntesis y degradación del glucógeno, y
determinar a su vez, que en pocas cantidades, el glucógeno es saludable
para las neuronas.
“Mientras el hígado, por ejemplo, acumula
glucógeno en grandes cantidades para liberarlo lentamente en condiciones
de necesidad de azúcar en la sangre, sobre todo mientras dormimos, las
neuronas sintetizan y degradan pequeñas cantidades de glucógeno todo el
tiempo. No lo usan como reservorio de energía sino como una fuente de
energía rápida; poca pero constante”, explica Guinovart, también
catedrático de la Universidad de Barcelona.
Para ver la función
del glucógeno, los científicos forzaron las neuronas de ratón en cultivo
a vivir en condiciones de carencia de oxígeno. Comprobaron que las
primeras en morir eran a las que habían eliminado la capacidad de
sintetizar glucógeno. En colaboración con el grupo del investigador
ICREA Marco Milán, realizaron las mismas pruebas con modelos in vivo de la mosca del vinagre, Drosophila melanogaster, para llegar a las mismas observaciones.
Los
autores postulan que puede que el glucógeno sea un salvavidas para las
neuronas cuando falta oxígeno, una condición que comporta una “apagada”
del cerebro, y que se da con frecuencia en nacimientos y también en
infartos de cerebro en adultos con consecuencias graves como la
parálisis cerebral. “Es la primera función que hemos descubierto. Ahora
debemos describir las funciones del glucógeno en condiciones normales y
establecer bien cómo funciona el mecanismo”, explica Jordi Duran.
Vía: http://www.agenciasinc.es/Noticias/Revelan-el-papel-dual-del-glucogeno-en-el-cerebro
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