Mucha de la información que hoy en día la civilización humana emplea
habitualmente y que le sirve de guía para infinidad de actividades, está
almacenada de manera magnética. Eso implica que un campo magnético lo
bastante potente, a modo de estallido súbito, podría borrar en un
instante toda la información almacenada en soportes magnéticos en un
radio comparable al del alcance de una bomba. También provocaría daños
en varios dispositivos electrónicos, y un sin fin de interferencias.
Un
sabotaje mediante campos electromagnéticos se podría hacer de varias
maneras distintas, y podría resultar difícil averiguar detalles de su
procedencia.
El equipo de Michael Jöster del Instituto Fraunhofer
para Análisis de Tendencias Tecnológicas (INT) en Euskirchen, Alemania,
como resultado de sus investigaciones sobre cómo se pueden detectar
estos ataques de manera eficaz, ha desarrollado un instrumento de
medición para esta finalidad, el cual es capaz de determinar la fuerza,
frecuencia y dirección de ataques electromagnéticos.
Los
requerimientos de ingeniería para este aparato son muy exigentes: El
detector debe medir campos electromagnéticos muy fuertes a partir de
pulsos muy cortos, sin destruirse o dañarse al hacerlo.
El
sistema desarrollado por el INT cuenta con cuatro antenas especializadas
que escudriñan el entorno alrededor del dispositivo que debe ser
protegido, como por ejemplo un ordenador o un disco duro externo. Cada
una de esas antenas cubre un cuadrante de 90 grados y detecta fuentes
electromagnéticas de todos los tipos.
El personal que esté al
cargo de sistemas afectados por el ataque puede usar esta información
para responder al mismo de la mejor manera posible.
Los ataques
electromagnéticos constituyen una amenaza real, y las motivaciones de
quienes pueden perpetrarlos son muy diversas. Un perfil común es el de
un delincuente o banda de delincuentes que lanza un ataque
electromagnético contra un banco, empresa, o establecimiento cualquiera
en el que haya algo valioso que robar, para dejar "en blanco" sistemas
de seguridad controlados por dispositivos electrónicos que dependen de
memorias magnéticas para su correcto funcionamiento. La consecuencia
buscada por los ladrones mediante un ataque de esta clase puede ser
causar confusión con el fin de evitar ser registrados en puestos de
vigilancia, o enmudecer a sistemas de alarma para que no avisen de su
incursión cuando entren en zonas de acceso restringido dentro de un
edificio.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/9135/defensas_contra_la_inquietante_posibilidad_de_un_ataque_electromagnetico/
No hay comentarios:
Publicar un comentario