La dispersión Raman proporciona información sobre la forma en que vibran
las moléculas, algo que es equivalente a tomar las huellas dactilares a
personas. Esa forma de vibrar es tan exclusiva que se puede definir
como lo más parecido a un código de barras. Las señales Raman son únicas
para cada molécula y por lo tanto muy útiles para la identificación de
moléculas.
Ahora, el equipo de Richard Martel, del Departamento
de Química en la Universidad de Montreal, Canadá, ha descubierto un
método para mejorar de manera espectacular la capacidad escrutadora de
ese método.
El descubrimiento efectuado por el equipo de Martel
es que las señales obtenidas mediante dispersión Raman de partículas
hechas de nanotubos y un tinte señalizador son tan grandes que hasta una
cantidad tan pequeña como la integrada por una sola partícula de este
tipo es suficiente para que se la pueda localizar e identificar. Todo lo
que se requiere es emplear un escáner óptico capaz de detectar esta
partícula.
Mediante la incorporación de estas nanopartículas en un objeto, éste puede volverse perfectamente rastreable.
Debido
a su estructura hueca, los nanotubos de carbono, que son buenos
conductores de la electricidad, pueden utilizarse como recipientes para
varias moléculas. Rellenados de moléculas de un tinte o marcador, los
nanotubos sirven como nanosondas, y pueden aumentar la complejidad y la
fuerza de la señal recibida, con el resultado de que es posible captar
más información.
Las nanosondas, que se componen por unas cien moléculas de tinte
alineadas dentro de la cavidad cilíndrica, son 50.000 veces más pequeñas
que el grosor de un cabello humano. Tienen cerca de un nanómetro de
diámetro y unos 500 nanómetros de largo, pero envían una señal Raman un
millón de veces más fuerte que la enviada por las demás moléculas de su
entorno.
Según el profesor Martel, son numerosas las aplicaciones de este
descubrimiento. En medicina, las nanosondas podrían conducir a mejores
diagnósticos y tratamientos, gracias a poder adherirse a la superficie
de las células enfermas. Estas nanosondas, adaptadas de la manera más
conveniente en cada caso, podrían ser injertadas a bacterias o incluso a
proteínas, permitiendo de este modo identificarlas con total fiabilidad
y suma facilidad.
vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/9144/nanoparticulas_para_una_deteccion_muchisimo_mejor_de_estructuras_microscopicas/
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