La mano alberga algunos de los mayores secretos del éxito evolutivo
del ser humano. No cabe duda de que la capacidad para fabricar y
utilizar herramientas ha sido determinante para el desarrollo técnico y
tecnológico de las sociedades modernas. Pero las claves de la aparición de esta habilidad manual propia del ser humano actual
y de otros homínidos primitivos siguen siendo un enigma para los
científicos, sobre todo debido a los grandes periodos de tiempo de los
que no se tiene apenas información en el registro fósil.
Lo que sí sabían los paleoantropólogos es que una estructura ósea de
la muñeca que no tienen ni los grandes simios ni otros primates no
humanos es responsable del perfeccionamiento del manejo de la mano para
usar herramientas. Pero la primera aparición en el registro fósil de
esta estructura de un hueso llamado tercer metacarpo -el hueso central
de la mano, el que une la muñeca con el dedo corazón- corresponde a los
homínidos de la Sima de los Huesos (Atapuerca, Burgos), de hace unos 800.000 años.
Ahora un equipo científico dirigido por investigadores de la Universidad de Missouri (EEUU) acaba de publicar en PNAS
los resultados de una investigación en la que describen esta misma
estructura ósea en restos encontrados en Katio, Turkana (Kenia), pero
que datan de hace 1,42 millones de años, más de 600.000 años antes que los del yacimiento español.
Los expertos en el campo conocían desde hace tiempo las estructuras óseas de la mano de los homínidos del género Homo, que tenían esta característica llamada proceso estiloideo y que consiste en una protuberancia que sale del metacarpo y que permite estabilizar y bloquear la muñeca. Y también sabían que este mismo hueso de los Australophitecus no cuenta con esta protuberancia. Pero, ¿cuándo apareció por primera vez en el el árbol evolutivo humano?
"Hasta ahora sabíamos que los fósiles de la Sima de los Huesos y de la Gran Dolina, de 400.000 y 800.000 años, tenían una mano parecida a la de los humanos actuales. Y sospechábamos que esta estructura ya estaba antes, en los orígenes del género Homo,
hace dos millones de años, pero no podíamos demostrarlo, era sólo una
hipótesis", explica Carlos Lorenzo, profesor de la Universidad Rovira i
Virgili e investigador de Atapuerca especialista en la evolución de la
mano humana.
Los resultados obtenidos por Carol V. Ward, de la Universidad de
Misouri, de alguna forma respaldan las sospechas del equipo de Lorenzo.
"Hemos retrasado la primera aparición conocida de esta morfología en la
evolución humana, así que podemos decir que las evidencias de la mano humana ya estaban presentes hace 1,4 millones de años",
asegura Ward. A pesar de que sólo han encontrado un sólo hueso de esa
mano del homínido de Katio, el equipo de Ward se aventura a decir que el
resto de la mano también tendría una morfología semejante a la de las
manos humanas actuales.
Vía: http://www.elmundo.es/ciencia/2013/12/16/52af5e3e22601d76278b458b.html
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