Se trata de un dispositivo del tamaño de un grano de arroz
que incorpora una microcámara que transmite señales eléctricas al
cerebro. Una compañía israelí ha desarrollado este chip capaz de
devolver la vista a las personas que padecen ceguera por el deterioro de
la retina: “en el plazo de una semana el paciente podrá ver de forma
inmediata”, dicen desde la institución.
Suena a milagro o a literatura de ciencia ficción, pero
gracias a los avances tecnológicos y científicos una compañía israelí,
llamada Nano-Retina, ofrece solución a la ceguera causada por el
deterioro de la retina. Y todo gracias a un dispositivo del tamaño de un
grano de arroz que fue probado con éxito en cerdos y que en dos años
estará adaptado para las personas. El chip “emula la función de la
retina capturando las señales visuales como una cámara para luego
convertirlas en señales eléctricas que estimulan las neuronas y crear
las imágenes en el cerebro”, explica a la agencia EFE el director
ejecutivo de la empresa, Raanan Gefen.
El aparato “se implanta en la parte posterior del ojo en
una intervención relativamente sencilla, similar a una de cataratas que
dura unos 30 minutos y sólo requiere anestesia local”, dice el director,
quien además explica que tras una semana desde la intervención el
paciente podrá ver “de forma inmediata”. “Queríamos dotar a un ciego de
la suficiente visión que le permita funcionar en la sociedad y ser
nuevamente independiente, como caminar por lugares familiares y ver a
sus seres queridos”, apunta el científico.
A la retina biónica sólo se le pueden señalar dos
inconvenientes, si todo esto que dicen fuese posible, claro. Uno, es que
la visión no será a todo color sino en blanco y negro. “La ciencia aún
no ha logrado superar el blanco y negro en este terreno, pero
pretendemos ir más allá y ofrecer una escala de grises para que puedan
apreciar sombras y contornos”, dice el médico a EFE. Y dos, el chip no
dispone de batería, así que su “única fuente de energía procede de unas
gafas de sol especialmente diseñadas que transmiten de forma inalámbrica
un láser directamente al chip y pueden recargarse por las noches”,
explican desde Nano-Retina.
En el mundo occidental se calcula que unos seis millones de
personas sufren ceguera o escasa visión como consecuencia de
enfermedades o lesiones provocadas por la degeneración de la retina,
según EFE. Desde Nano-Retina recalcan que “el dispositivo no sirve para
aquellos que han nacido ciegos o sufren dolencias no relacionadas con
lesiones retinales”.
El dispositivo se podrá implantar en personas dentro de dos
años, pero mientras tanto, quién sabe qué nos depara la ciencia. Quizá
entonces quede salvado el inconveniente de ver en blanco y negro.
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