¿Se imagina que sus músculos a los 60 AÑOS respondieran con el mismo vigor que a los 20, como si no se hubieran desgastado con el paso del tiempo? La clave podría estar en un compuesto denominado NAD que fabrica de forma natural el organismo y va reduciéndose a medida que envejecemos. Un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard
(EE.UU.) han demostrado –eso sí, solo en ratones– que suministrando
este compuesto se logra revertir el envejecimiento. Al menos, para tres indicadores básicos de una buena salud:
resistencia a la insulina (una condición que eleva el riesgo de
diabetes), inflamación (relacionada con cáncer y enfermedades
cardiovasculares) y el desgaste muscular.
El rejuvenecimiento logrado en el experimento, si lo trasladáramos a humanos, sería similar a quitarse de un plumazo 40 años de encima, según detallan en la revista «Cell».
Este trabajo muestra además un nueva ruta para luchar
contra el envejecimiento que aún no se había explotado. El equipo de
Harvard, dirigido por el profesor de Genética David Sinclair,
ha descubierto que a medida que cumplimos años se producen una serie de
acontecimientos moleculares que hacen más difícil la comunicación
celular interna, entre el núcleo y las mitocondrias, las baterías
energéticas de las células. A medida que se rompe la comunicación, se
acelera el envejecimiento. Pero un aporte extra de NAD consigue restaurar esa comunicación perdida y devolver el vigor a los tejidos de los ratones tratados.
Es la primera vez que se describe el papel de este
compuesto en el deterioro de la edad. Si se repiten estos resultados se
podría acabar con la idea de que el envejecimiento es un proceso
inexorable que no tiene vuelta atrás. Debido, a que la teoría científica
más asentada es que las enfermedades relacionadas con el paso del
tiempo son el resultado de mutaciones en el ADN mitocondrial que no
pueden revertirse.
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