Un cohete Soyuz ST-B lanzó el 19 de diciembre el telescopio espacial
Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), desde Kourou, en la Guayana
Francesa. Su objetivo será confeccionar un mapa tridimensional de gran
parte de la Vía Láctea para buscar pistas sobre su origen y evolución.
El proyecto cuenta con una importante participación de la ciencia y la
industria aeroespacial españolas.
Puntual y sin ningún
contratiempo, el satélite Gaia fue lanzado a bordo del lanzador
Soyuz-Fregat a las 09:12 UTC. El cohete, que utilizó su etapa superior
Fregat en varias ocasiones, situó a su carga en ruta hacia el punto
Lagrange 2, situado a 1,5 millones de kilómetros de distancia de nuestro
planeta.
El satélite, desarrollado por la ESA, llegará a su
destino dentro de un mes, aunque en el trayecto “encenderá sus
instrumentos y empezaremos a recibir datos sobre mediciones de ángulos”,
explica José Hernández, Ingeniero de Operaciones y Calibración de Gaia
de la ESA.
La misión principal de Gaia es confeccionar un mapa
dinámico tridimensional de nuestra galaxia. Realizará un censo de mil
millones de estrellas con una precisión de 20 microsegundos de arco, lo
que equivale a poder observar desde la Tierra el pulgar o la pupila de
una persona en la Luna.
Durante cinco años Gaia realizará unas 70
observaciones de cada estrella, registrando su posición, brillo y
temperatura de color. El catálogo de los mil millones de estrellas
apenas supone un 1% de las que se supone existen en la Vía Láctea, pero
aún así supone un salto cuantitativo y cualitativo enorme respecto al
censo anterior: las 118.218 que retrató en los años 90 el satélite
Hipparcos, el antecesor de Gaia.
Además, se espera que los
instrumentos del satélite encuentren unos 15.000 planetas fuera de la
Vía Láctea, gracias a la detección de pequeños cambios gravitatorios.
En
realidad Gaia dispone de dos telescopios con capacidad estereoscópica
que apuntan a dos extremos de universo pero que trabajan como si fueran
uno. El satélite hará cuatro rotaciones completas al día para cubrir una
esfera celeste.
Cada telescopio está formado por 10 espejos de
varios tamaños y formas situados alrededor de una estructura de 3,5
metros de ancho. La luz de cada estrella se redirige de un espejo a otro
hasta llegar a los detectores del instrumento principal. Investigadores
de las universidades de Santiago de Compostela y A Coruña han diseñado
un modelo a escala para mostrarlo.
Los dos telescopios enfocan la
luz a un mismo plano focal formado por un mosaico de 106 CCD. Cada uno
de estos CCD es del tamaño de una tarjeta de crédito -pero más finos que
un cabello– y en conjunto suman una resolución de 1.000 millones de
píxeles. Se trata del mayor plano focal enviado al espacio.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/9081/lanzada_la_mision_gaia/
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