Aprovechando pequeños "defectos" o anomalías especiales en
nanodiamantes, unos investigadores han conseguido suficiente coherencia
del momento magnético inherente a esos defectos, como para aprovechar su
potencial como sensores cuánticos de alta precisión y además
biocompatibles.
En ese sentido, los nanodiamantes ofrecen
potencialmente una resolución extraordinariamente precisa y la
biocompatibilidad, ya que pueden ser insertados dentro de bastantes
células vivientes.
Gracias a una minuciosa observación de la
dinámica del espín en los centros nitrógeno-vacante de nanodiamantes, el
equipo de Mete Atature, Helena Knowles y Dhiren Kara, del Laboratorio
Cavendish, dependiente de la Universidad de Cambridge en el Reino Unido,
ha conseguido ahora determinar que es la concentración de las impurezas
de nitrógeno lo que actúa de manera decisiva sobre la coherencia, y no
las interacciones con espines en la superficie cristalina.
Recurriendo
a la estrategia de controlar la dinámica de estas impurezas de
nitrógeno separadamente, los autores del nuevo estudio han logrado
incrementar los tiempos de coherencia de los centros nitrógeno-vacante
hasta el récord de 0,07 milisegundos de duración extra con respecto a lo
conseguido en cualquier otro experimento previo del que se tenga
noticia, lo que demuestra ya sin dudas que los nanodiamantes son un
material sumamente prometedor para los sensores cuánticos.A través de
sensores de esa clase insertados dentro de células vivas, sería posible
conocer de un modo muchísimo más profundo que lo que ha sido posible
hasta ahora, detalles sobre reacciones químicas dentro de células
individuales, señales en redes neurales, y el origen del magnetismo en
algunos materiales exóticos.
Los resultados de la nueva investigación demuestran el magnífico
potencial de lo que Knowles califica como el detector de temperatura y
campo magnético más pequeño del mundo. Los centros nitrógeno-vacante
permiten detectar cambios de temperatura y de magnetismo en unas pocas
decenas de nanómetros. Ningún otro sensor ha tenido antes esta
resolución espacial bajo condiciones ambientales normales.
La
biocompatibilidad del nanodiamante puede posibilitar un acceso óptico no
invasivo a cambios magnéticos dentro de una célula viviente, o, en
otras palabras, la capacidad de hacer lo que esencialmente sería un
escaneo de resonancia magnética, y detectar, por ejemplo, la reacción de
una célula a un fármaco en tiempo real.También sería posible
desentrañar algunos de los misterios más importantes en la ciencia de
los materiales, como por ejemplo el ordenamiento magnético en los bordes
del grafeno o el origen del magnetismo en ciertos materiales de óxido.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/8969/sensores_cuanticos_biocompatibles/
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