La prestigiosa revista científica PLOS ONE ha publicado en su último
número que los investigadores Pablo Artal y Juan Tabernero, del
Laboratorio de Óptica de la Universidad de Murcia (España), han
descubierto que nuestro cristalino oscila arriba y abajo después de cada
movimiento ocular emborronando durante unas décimas de segundo las
imágenes en la retina, pero no lo percibimos gracias a que al mismo
tiempo se produce un 'apagón' en nuestro sistema visual que dura un
tiempo similar a ese vaivén del cristalino. Esa ceguera transitoria, que
se denomina científicamente supresión sacádica, evita que veamos
imágenes distorsionadas cada vez que fijamos la vista en un punto.
"Nuestros
ojos se mueven continuamente manteniendo los objetos de interés bien
situados en la zona de la retina con mayor resolución. Estos movimientos
se denominan sacádicos. De media, el ser humano realiza más de 60.000
movimientos sacádicos al día durante los cuales nuestra visión queda
suprimida durante un breve período de tiempo (50 milisegundos) en el
cual nos quedamos prácticamente a ciegas. Si sumáramos todas estas
supresiones sacádicas, podríamos decir que pasamos alrededor de una hora
al día a oscuras sin darnos cuenta de ello", explica el profesor Artal,
cuyas investigaciones le han situado en la primera línea mundial de la
óptica y la oftalmología.
Con el objetivo de conocer mejor los mecanismos dinámicos del ojo, el
grupo del Laboratorio de Óptica construyó un nuevo instrumento para
estudiar los movimientos del cristalino durante y después de los
movimientos sacádicos. El físico Juan Tabernero, co-autor del estudio,
detalla que "mediante el uso de este nuevo sistema experimental, que
integra una cámara ultrarrápida capaz de realizar 400 imágenes por
segundo, observamos que tras un movimiento sacádico el cristalino se
balancea como un sistema de masa y resorte amortiguado hasta que
recupera la estabilidad. De alguna forma se comporta como un muelle".
Las
simulaciones ópticas mostraron que dicho bamboleo enturbia notoriamente
las imágenes que el ojo forma en la retina (ver figura), especialmente
en los tiempos (~ 50 ms) que siguen al movimiento sacádico del ojo.
Las razones físicas o neurológicas de la supresión de visión
post-sacádica no están claras. Los investigadores de la UMU han podido
constatar que esa interrupción de la vista cuando finaliza el movimiento
ocular y los vaivenes del cristalino muestran patrones de tiempo
similar, por lo que podrían estar sincronizados. Dicho de otra forma,
"este descubrimiento sugiere que nuestro sistema visual desarrolló una
estrategia de protección contra la degradación de la imagen retiniana
durante los mecanismos oculares en la que se priorizó la 'ceguera'
temporal impuesta por el cerebro a una visión con fenómenos anómalos que
pudiera resultar confusa y molesta. Pero para certificar esta
suposición será necesario seguir investigando", aclara Artal.
Lo
que ya es una realidad palpable son las potenciales aplicaciones
clínicas que aportan tanto el nuevo instrumento desarrollado por LOUM
como los resultados del estudio publicado en PLOS ONE para mejorar el
diagnóstico y el seguimiento de patologías que afectan al cristalino,
como el síndrome de Marfan o el síndrome pseudoexfolitativo, a la vez
que servirán para perfeccionar la estabilidad de las lentes
intraoculares.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/10201/descubren_un_movimiento_del_cristalino_que_explica_por_que_estamos_a_ciegas_una_hora_al_dia_sin_darnos_cuenta/
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